El fotógrafo Dima Moiseenko, fue a Agra para encontrarse con el arqueólogo de la superintendencia a cargo de Taj Mahal y le preguntó cómo conseguir un permiso para fotografiar Taj Mahal desde el aire. La seguridad es tan fuerte en el Taj Mahal que ni siquiera se puede entrar con un trípode. Pero ese no fue el único problema.