Susana Eva Martínez (Barcelona 1971) defiende su idea de que hay que cambiar los enfoques tradicionales en la ciencia con la vehemencia de quien ha pasado por una de crisis de fe y sale de ella habiendo encontrado un camino nuevo no andado.
#3 Que le sobre competitividad no significa que haya que eliminarla. Incluso la investigación necesita competitividad, pero de la sana, contra los elementos y contra las propias debilidades. Lo que no puede ser es que el deporte devenga en una suerte de sistema donde todo sea competición. Eso no es más que dar rienda suelta a los instintos, pero ya no es deporte.
La competición, entendida como la intención personal de obtener más resultados en base a tu trabajo, puede ser buena.
La competición como base de la investigación es un error que hace que todo se base en "resultados" (muchas veces ciertos, muchas veces falseados e irreproducibles o robados) y que muchos investigadores perfectamente válidos anden con el culo pelao porque aunque lo que están haciendo tiene un valor, Periquito ha sacado "más artículos" (muchos de ellos totalmente irrelevantes o refritos de otros o que no aportan una mierda) y se lleva todos los méritos.
También da pie a estrategias que no tienen nada que ver con la investigación y la Ciencia, como el robo de ideas de unos a otros, la ocultación de datos para que no los publique antes el vecino o el falseamiento de los mismos para obtener más réditos.
A eso le sumas el sistema de revisiones ideado por bomberos jubilados, por el cual los revisores conocen el nombre y centro del autor pero el autor no conoce los nombres de los revisores, y te puedes cagar. No sería la primera vez que pasa lo lógico: un revisor que le tiene manía a un autor, lo puntúa negativo o le busca las cosquillas por todas partes para tumbarlo o incluso ganar tiempo para robarle la idea; un revisor que simpatiza con el autor le deja pasar el artículo; un autor conocido y famoso pasa directamente sin unos mínimos de revisión seria "porque es Fulanito, que ya sabemos que es un crack"... todas estas cosas pasan en la investigación a nivel mundial día sí y día también. No sólo en España, ni mucho menos.
Lo ideal sería que el autor fuese anónimo y los revisores claramente identificados. Así no hay manera de saber si el artículo lo ha escrito el Premio Nobel de Química del año pasado o un estudiante de tesis de la Universidad de Albacete, se les da a todos el mismo valor inicial, con lo que se fuerza una revisión seria para todos. Además, conociendo a los revisores, se puede evaluar su trabajo de una forma mucho más profesional y comprobar que lo hacen bien.
Pero bueno, eso ya es andarse por las ramas. Lo que yo quería decir es que la investigación y la Ciencia en general no debería jamás basarse en "la competitividad" (qué asco de término), sino en la cooperación. El ser humano no ha llegado donde está ocultando datos y robando ideas. De hecho, sólo basta fijarse en la informática actual para darse cuenta de que todo el desarrollo brutal de las comunicaciones, internet, la web... ha sido realizado mediante cooperación. El software libre ha jugado un papel vital en todo esto: lenguajes de programación libres, frameworks de desarrollo libres, librerías libres, compiladores libres, sistemas operativos libres... todo eso, desarrollado de forma cooperativa, es lo que ha hecho posible que hoy podamos trolear a gusto en el menéame, no Microsoft ni Apple ni Oracle. Si por ellos hubiera sido, tendrías que pagar unas licencias de la leche por tener un puto servidor encendido para servir una web cochina y sucia programada con un framework por el que también tendrías que pagar que puede hacer las cosas bien o las puede hacer mal. Sin la cooperación desinteresada, la sociedad actual estaría metida en las cavernas, luchando a garrotazos por llevarse la mujer o el fuego de otro.
"Competitividad" es esa mamarrachada, esa mentira ideada por cuatro hijos de puta que disfrutan llenándose los bolsillos con nuestra "competición" mientras cooperan entre ellos para llevárselo calentito. Empíricamente demostrado y a la vista de todo el mundo, para el que tenga ojos y quiera verlo.
#2 Vale todo lo demás, pero sinceramente, dime que seria el deporte sin competición. No, en serio, como se puede concebir el deporte profesional sin competición. ¿Dando premios de participación a todo el que se apunte y ocultando los resultados?
En la elección de una pareja, por ejemplo, el olor es una parte muy importante. Nos da información muy valiosa para discernir si el candidato es idóneo
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#3 Que le sobre competitividad no significa que haya que eliminarla. Incluso la investigación necesita competitividad, pero de la sana, contra los elementos y contra las propias debilidades. Lo que no puede ser es que el deporte devenga en una suerte de sistema donde todo sea competición. Eso no es más que dar rienda suelta a los instintos, pero ya no es deporte.
Qué maravillosa es esta mujer! Y verdades como puños!
La competición, entendida como la intención personal de obtener más resultados en base a tu trabajo, puede ser buena.
La competición como base de la investigación es un error que hace que todo se base en "resultados" (muchas veces ciertos, muchas veces falseados e irreproducibles o robados) y que muchos investigadores perfectamente válidos anden con el culo pelao porque aunque lo que están haciendo tiene un valor, Periquito ha sacado "más artículos" (muchos de ellos totalmente irrelevantes o refritos de otros o que no aportan una mierda) y se lleva todos los méritos.
También da pie a estrategias que no tienen nada que ver con la investigación y la Ciencia, como el robo de ideas de unos a otros, la ocultación de datos para que no los publique antes el vecino o el falseamiento de los mismos para obtener más réditos.
A eso le sumas el sistema de revisiones ideado por bomberos jubilados, por el cual los revisores conocen el nombre y centro del autor pero el autor no conoce los nombres de los revisores, y te puedes cagar. No sería la primera vez que pasa lo lógico: un revisor que le tiene manía a un autor, lo puntúa negativo o le busca las cosquillas por todas partes para tumbarlo o incluso ganar tiempo para robarle la idea; un revisor que simpatiza con el autor le deja pasar el artículo; un autor conocido y famoso pasa directamente sin unos mínimos de revisión seria "porque es Fulanito, que ya sabemos que es un crack"... todas estas cosas pasan en la investigación a nivel mundial día sí y día también. No sólo en España, ni mucho menos.
Lo ideal sería que el autor fuese anónimo y los revisores claramente identificados. Así no hay manera de saber si el artículo lo ha escrito el Premio Nobel de Química del año pasado o un estudiante de tesis de la Universidad de Albacete, se les da a todos el mismo valor inicial, con lo que se fuerza una revisión seria para todos. Además, conociendo a los revisores, se puede evaluar su trabajo de una forma mucho más profesional y comprobar que lo hacen bien.
Pero bueno, eso ya es andarse por las ramas. Lo que yo quería decir es que la investigación y la Ciencia en general no debería jamás basarse en "la competitividad" (qué asco de término), sino en la cooperación. El ser humano no ha llegado donde está ocultando datos y robando ideas. De hecho, sólo basta fijarse en la informática actual para darse cuenta de que todo el desarrollo brutal de las comunicaciones, internet, la web... ha sido realizado mediante cooperación. El software libre ha jugado un papel vital en todo esto: lenguajes de programación libres, frameworks de desarrollo libres, librerías libres, compiladores libres, sistemas operativos libres... todo eso, desarrollado de forma cooperativa, es lo que ha hecho posible que hoy podamos trolear a gusto en el menéame, no Microsoft ni Apple ni Oracle. Si por ellos hubiera sido, tendrías que pagar unas licencias de la leche por tener un puto servidor encendido para servir una web cochina y sucia programada con un framework por el que también tendrías que pagar que puede hacer las cosas bien o las puede hacer mal. Sin la cooperación desinteresada, la sociedad actual estaría metida en las cavernas, luchando a garrotazos por llevarse la mujer o el fuego de otro.
"Competitividad" es esa mamarrachada, esa mentira ideada por cuatro hijos de puta que disfrutan llenándose los bolsillos con nuestra "competición" mientras cooperan entre ellos para llevárselo calentito. Empíricamente demostrado y a la vista de todo el mundo, para el que tenga ojos y quiera verlo.
A la ciencia y a la cultura en general (arte, ciencia, deporte, información)
#2 Vale todo lo demás, pero sinceramente, dime que seria el deporte sin competición. No, en serio, como se puede concebir el deporte profesional sin competición. ¿Dando premios de participación a todo el que se apunte y ocultando los resultados?
Y también le falta financiación para poder cooperar, crear y arriesgarse.
En la elección de una pareja, por ejemplo, el olor es una parte muy importante. Nos da información muy valiosa para discernir si el candidato es idóneo
Si es que seguimos siendo una jauria de monos.