Dos ciclistas se quedan quietos sobre sus bicis durante cinco minutos. Sin esa musicaza anfetamínica y esos focos danzantes, parecería un fragmento del siglo XIX, de cuando la gente contemplaba espectáculos en los que no sucedía nada durante minutos y horas. Entonces causaban furor las pruebas de Seis Días en los velódromos europeos y norteamericanos, con los ciclistas dando vueltas y más vueltas a la pista durante diez o doce horas diarias, seis días seguidos, con apenas algunos momentos de emoción espolvoreados entre tantas horas...
Comentarios
#0 ¿No te atreviste a ponerlo en la categoría deportes?