/.../En realidad todo juego tiene algo de reto personal. Subir niveles no es sólo superar con un personaje todas las dificultades de un videojuego. Es también ir mejorando, poniendose nuevos objetivos, plantearse metas a medio y largo plazo. Todo juego lleva implicito una metafora de la vida: el logro, la satisfacción por la realización de un plan. Los juegos enganchan porque la vida engancha, porque estamos constantemente proponiéndonos nuevas metas: este es el burdo secreto de la motivacion humana.