Hace 13 años | Por ColaKO a aixi.wordpress.com
Publicado hace 13 años por ColaKO a aixi.wordpress.com

Aunque el peregrinaje a Santiago tiene muchísimas más luces que sombras y ha sido una experiencia altamente enriquecedora y sin duda inolvidable voy a hablar de los problemas, no físicos, que los hay, ni de las dudas que me surgieron al principio de mi andadura, sino los elementos digamos ambientales que me causaron un cierto estupor.

Comentarios

anxosan

Estoy totalmente de acuerdo con el final del artículo, especialmente con la parte de: "La Xunta quiere hacer del Camino un vía de turismo. No señores, los peregrinos no somos turistas. Los peregrinos somos otra cosa. Traemos riqueza sí, gracias a los peregrinos muchos pueblos han revivido o han evitado ser abandonados revitalizando su economía con servicios al caminante. Pero querer explotar al peregrino como si fuera un turista no tiene nombre."

Sin embargo, y respecto al principio del artículo, y dado que un peregrino no es un turista, si en un pueblo no hay albergue u hostal, puede buscar donde dormir acogido por otra gente o simplemente dormir al raso. Yo (en el Camino de Santiago) he dormido en iglesias, bajo los árboles, compartiendo parcela en un camping, etc. Y eso también forma parte de la experiencia del camino.

ailian

#2 Como has puesto el mismo comentario en el blog y aquí, hago lo mismo y te respondo también aquí:

Sí,tienes razón. De hecho ese día dormí al raso cuando llegé al siguiente pueblo, pues tampoco encontré alojamiento. Simplemente quiese hacer notar la anécdota de cómo una persona le preocupa más no perder media horita de su vida o un ínfimo gasto de gasolina que ayudar a otro. O que, viéndome empapado por la lluvia ni siquiera tuviese el detalle de decirme: “hombre, dúchate aquí en el gimnasio y te cambias de ropa y tal”.
Más adelante, en el Camino me encontré gente que me ayudó mucho, incluso un par de personas me acogieron en su casa, pero lo he dejado para otro artículo por no hacer este demasiado extenso.

Patxi_

Errónea: me hizo de guía turístico por la ciudad

ailian

#12 Lo importante es la intención. lol

#13 El trayecto me llevó casi 2 meses. Ten en cuenta que salí de Barcelona. Pero se puede hacer en un mes saliendo desde Roncesvalles, en lo Pirineos.

Respecto a lo otro que preguntas, la diferencia entre un peregrino y un turista es la actitud por un lado y el trayecto por el otro.

No todos los peregrinos son religiosos, ni todos salen con la intención de una búsqueda interior. Me encontré de todo. Pero sí hay un respeto por los lugares que pisas, un sentido de ayuda mutua con los otros peregrinos, una cierta calidad humana que el turista no tiene.

Te diré que por ejemplo en mi experiencia, yo mismo no me sentí peregrino hasta que llevaba 10 días caminando. Uno sale con el stress y actitud de su vida cotidiana, sus paranóias, tonterías y exigencias. Y el caminar un día tras otro, con sus maravillas y sus dificultades (que no son pocas al principio) poco a poco van desapareciendo muchas actitudes, desconfianzas, arrogancias y empiezas a vivir el Camino de otra manera.

Entonces, es mi opinión personal, para mi un peregrino lo es cuando ha recorrido, por lo menos, 300-400 km a pié. Y sin coche de apoyo ni mariconadas. Este ya no es un turista que llega, consume y se va a hacer su vida, no. Este ya ha renunciado, aunque sea momentaneamente, a su vida cotidiana y se ha metido de lleno en un algo totalmente diferente. Es dificil de explicar. El que hace unos pocos km, especialmente quien hace solo los últimos 100km no tiene ni idea de lo que se pierde, no le da tiempo realmente a profundizar en la experiencia. Es la diferencia que me imagino que puede haber entre visitar un acuario o irse a bucear realmente en el mar.

Respecto a tu prima, oficialmente el camino se puede hacer a caballo y te dan lo mismo la compostela. Ignoro esa experiencia y es perfectamente válida, como la de ir en bici.

Es también opinión exclusivamente personal que el peregrino auténtico va a pié, ¿por qué? Ni la bici ni el caballo iguala la dureza del camino a pié, por un lado. Por otro, las relaciones humanas son mas próximas y ricas, pues la velocidad de ir a pié te permite interactuar con todo el mundo, lugareños y peregrinos. Y por último, es increíble la sensación que te queda en el cuerpo de mirar el mapa y decir: "Todo esto lo he hecho andando yo solito". En mi caso unos 1200km. Nunca hubiera imaginado que fuera capaz. Y las distancias a pié son mucho más largas que en bici o a caballo.

¡Ah! Y que cuando vas a pié pasas por algunos sitios por los que ni la bici ni el caballo pueden pasar, por lo que te pierdes sitios muy bellos.

Hay un viejo dicho del Camino que dice que salga como salga uno de casa (se refiere a la actitud o motivación), regresa como peregrino. Eso quizás lo resuma todo.

D

#14 Gracias por tu apasionada respuesta. Me ha quedado muy clara la diferencia. El ejemplo del acuario lo clava

Lo que no sé es qué trayecto hizo mi prima ni en qué condiciones. Que un caballo no se puede meter en cualquier parte.

Ajusticiator

Recomendable artículo, sobre todo para aquellos que se planteen hacer algún dia el camino de Santiago.

Illanin

Mi experiencia de hace pocos meses fue en los 100 kilómetros que van desde León a Astorga. Estoy mayoritariamente en sintonía con el artículo, pero quiero aportar un detalle que me parece significativo de como se hacen las cosas en este país de digamos mamarrachadas, posacazos y demás gentuza.
En estos 100 kilómetros, en una parte importante de los mismos y a un lado del camino se han plantado arboles que dependiendo de la voluntad de, supongo el alcalde de cada pueblo o yo que se quien, se riegan o no, por lo tanto un porcentaje elevado de ellos a los pocos años de plantados ha muerto por falta de riego.
Supongo que el que hizo el plan para la plantación habrá muerto de igual manera , por falta de riego, pues estos arbolitos te acompañan casi siempre por la parte norte del camino supongo que para dar sombra a tu espíritu ya que a tu cuerpo no.
Como que esto se tardó varios meses en plantar sin que nadie se diera cuenta, me estoy preocupando más de lo normal por el país donde me está tocando vivir.

D

Yo hice el camino en verano de 1994 y me pareció una maravilla:

- alojamiento gratis , sólo pedían la voluntad.

- enorme solidaridad de la gente con los peregrinos. Llegué a notar que eramos viajeros especiales para la gente y no porque pudiésemos ser potenciales clientes porque no teníamos apenas dinero

- no había móviles ni GPS ni internet. Todo era mediante mapas lo que le daba más sentido de aventura, que es lo que buscaba

- solidaridad entre peregrinos

- ya había entonces flechas amarillas

Guardo muy buen recuerdo de ese viaje/aventura. Lo que cuentas me apena mucho porque desvirtúa el sentido del camino, que está muy alejado del beneficio económico. No digo que todo el mundo lo haga por un sentido espiritual pero sí debe entenderse que no es un viaje barato para montar juergas , sino para recorrer la naturaleza, afrontar problemas, pensar mucho, hablar mucho ( si puedes ) ...
No es un camping. No es la playa.

baldreu

#5 Lo que cuentas es fruto de otra época. A continuación se masificó y se desvirtuó. Mucha gente hace el camino como «turista» y se aprovecha de la red de albergues perjudicando a los que lo hacen en serio y vienen de lejos.
Los indígenas ya se están quedando hartos (sigue habiendo buena gente) de mucho aprovechado y de la masificación. En Santiago quedaron hasta los huevos el año pasado. Es el resultado de no planificar, desestacionalizar y procurar alternativas turísticas a una imagen de Santiago que ha acabado por englobar a toda Galicia, perjudicando a los que quieren conocer el camino.

ailian

#7 Sí eso también es cierto, olvidé mencionarlo en el artículo. Muchos hospitaleros (los que atienden los albergues, para los que no conocen la expresión) me contaron que hay personas que van en coche, paran unos metros antes del albergue y llegan a pié simulando que son peregrinos. Cuando se dan cuenta les niegan alojamiento pues los albergues son exclusivamente para la gente que hace el camino a pié, en bicicleta o a caballo. Y los que van a pié tienen preferencia.

Obviamente alguien que viaja en coche no tiene derecho, no son peregrinos.

Me contaban los hospitaleos que se fijan mucho en las botas, el polvo, cosas así. Una me contó que pilló a uno de estos aprovechados ensuciándose las botas y los patalones al lado del coche, para aparentar. Muy triste la insolidaridad y cutrez de algunas personas.

D

#9

Durante mi camino sí vimos casos de gente que lo hacía en bicicleta pero el coche de apoyo se adelantaba para llegar a las 14:00 o así y reservar alojamiento ( nosotros llegábamos, a pie, sobre las 17:00 o así ).
En principio nos daba igual porque había sitio para todos pero no nos parecía correcto.

ailian

#10 Para mi los que van en bicicleta tampoco son peregrinos, pero es una opinión personal.

Y lo que cuentas, bueno, esos definitivamente no lo son y tendrían que negarles plaza en el albergue. De todas formas la mayoría de albergues no otorgan plaza a los ciclistas hasta bien entrada la tarde, para poder dar preferencia a los caminantes.

Menos en Galicia, que se pasan esas normas por el forro de los cojones.

D

Vaya aventura. Y como siempre la picaresca dando por culo. Lo de borrar las flechas es vergonzoso

Pero tengo una pregunta: ¿qué eso de que "esos no son peregrinos" y "esto no es turismo"? ¿Es que ni no eres religioso o estás embarcado en una búsqueda de tu yo interior no vale? ¿No se puede hacer sólo por turismo, aventura o conocer mundo?
Y una prima mía lo hizo a caballo, ¿eso no vale porque...?

Ah, otra cosa: #11 ailian, ¿cuánto tiempo te llevó el trayecto?

ailian

#5 Parece ser que ha cambiado un poco. Entre peregrinos hay una gran solidaridad, realmente es muy hermoso.

Pero en los últimos años, supongo que debido al auje que está experimentando el Camino, en muchos sitios empiezan a ver al peregrino como si fuera un turista, especialmente en Galicia. De hecho me asombró el contraste en el trato entre, por ejemplo, Castilla y León en donde los locales tratan muy bien al peregrino y la misma Galicia.

Y en muchos sitios han florecido albergues caros, de 7, 10 e incluso 12€ que te justificaban ese precio porque... ¡tenían internet!

Es más, en muchos albergues tenían una salita de internet a 1€ la conexión de... ¡un cuarto de hora!

Y bueno, encontrar no una sino varias veces modificadas las señales y las flechas para derivarte a un pueblo con la esperanza que hagas parada ahí y consumas en el bar... eso no tiene nombre.

Pero aún así quiero recalcar que merece la pena hacer el Camino, es una experiéncia única y maravillosa... solo quise mostrar algunos puntos que se tienen que mejorar y sobre todo, con la esperanza que no vaya a peor y con el tirón de orejas a la Xunta que pretende patrimonializar y convertir en un negocio algo que pertenece a los peregrinos, hospitaleros y Amigos del Camino y que no se pierda ese espíritu que ha permitido durante siglos que cualquiera pudiese recorrerlo sea cual sea su condición social.

baldreu

Bienvenido al siglo XI. No, no se me ha caído la X.
El Camino de Santiago, como cualquier camino de peregrinación religiosa siempre ha concentrado la picaresca del peregrino y del hospedero/comerciante.
Todas esas sombras forman parte de la «aventura» del Camino. De otro modo, como cualquier viaje, se planifica y se llama a los lugares por los que se tiene intención de llamar para saber con lo que cuentan e incluso tener preparadas alternativas.
Los albergues han costado muy caro a los gallegos (a todos, por su rehabilitación y mantenimiento), como para que simplemente sean gratuitos. En mi pueblo se preparó unas dependencias municipales en un viejo convento dominico para albergar a los que no podían acoger en el Albergue. Se gastó 80.000 € para acondicionar el local, y por el pasaron 800 peregrinos en tres meses. Salía más práctico pagarles el alojamiento en el Parador de Turismo.
Como se ve las cosas no han cambiado en mil años. Hay hosteleros sin verguenzas y hay peregrinos que también lo son, como aquellos que relata el post, o los que hacen el camino en coche y se hospedan en el albergue (incluso los hay que están a primera hora), por el simple logro de tener el «puto» papel que dá el Arzobispado.
Que no se confunda el peregrino: el Camino de Santiago fue inventado por la Iglesia (para eso desenterraron unos huesos) y el fenómeno compostelano es plenamente medieval, no existe antecedente, sólo si se refiere a las calzadas romanas, pero esa es otra historia.