Estas Navidades hemos vendido pocos lectores de libros digital. Al principio lo achacamos al auge de las tabletas, a que la gente lee en los móviles, en los ordenadores; hay muchos clientes que todavía prefieren el papel. Pero no, estábamos equivocados, la clave estaba en el sexo.
No es nada raro. Las cámaras digitales triunfaron porque muchas parejas querían hacerse fotos privadas pero no llevarlas a revelar. Aquí pasa lo mismo, mucha gente puede leer cosas sin que nadie cotillée el título del libro. Es perfecto para literatura erótica, autoayuda y cosas así. Por no hablar de que internet permitió el porno sin ir al kiosko o al videoclub.
Comentarios
No digo mucho para no estropear la noticia, pero me parece de chiste
No es nada raro. Las cámaras digitales triunfaron porque muchas parejas querían hacerse fotos privadas pero no llevarlas a revelar. Aquí pasa lo mismo, mucha gente puede leer cosas sin que nadie cotillée el título del libro. Es perfecto para literatura erótica, autoayuda y cosas así. Por no hablar de que internet permitió el porno sin ir al kiosko o al videoclub.