El premio fue a parar a manos de los sociólogos Alain Touraine y Zygmunt Bauman por sus aportaciones en el campo de la filosofía política y los movimientos sociales. Ahora bien, ¿cuál es el valor simbólico de la nominación? ¿Tanto dista el ganar del estar nominado? Tampoco estoy abogando por defender la máxima de “lo importante es participar” (típica frase que a todos nos han dicho en el colegio cuando perdíamos en alguna carrera o competición) ni tampoco pretendo defender a ultranza el prestigio de los premios y galardones.
Comentarios
En realidad no merecieron ganar los sociólogos. Más que nada porque en esa categoría no tenían ni que estar nominados. Es como si un deportista gana el Nobel de Física.