Las trabajadoras del hogar filipinas en Hong Kong pasan todo su tiempo en las casas donde trabajan. Casi todo el dinero que ganan lo envían a sus familiares en Filipinas. En Hong Kong no tienen vivienda propia, primero porque no se lo pueden permitir, y segundo porque duermen los siete días de la semana en su trabajo. No obstante, el domingo tienen el día libre, y como no tienen casa, lo pasan en la calle con otras mujeres que están su misma situación.
Comentarios
¿Es muy diferente a la situación en los caserones de las afueras de Madrid?
Hace 20 años hacían lo mismo con los de la misma nacionalidad los de La Moraleja - Alcobendas - Madrid.
Que lastima, es duro pensar que hay gente que pasa estas verdaderas penurias mientras otros estan tomando champan en un yate.