Hace 13 años | Por usul a elcorreo.com
Publicado hace 13 años por usul a elcorreo.com

Preocupado por el entorno «tremendamente competitivo» ante el que se situaba Aimar, de 10 años, Jesús Askorbebeitia vio una alternativa en el rugby que practicaba Oier, de 8. En su opinión, el pequeño se encontraba en un «paraíso educativo» en comparación con las situaciones a las que tenía que enfrentarse el mayor cada sábado. «En los partidos de Aimar he visto a padres llamar barbaridades a los árbitros, a los jugadores rivales e incluso decirles a los de su propio equipo que se vayan al vestuario para que entren sus niños», relata Jesús.

Comentarios

Wolverine

La mejor terapia contra la obsesión por el fútbol, sería que los padres se dieran cuenta que su hijo no es Messi ni lo será nunca.

kaidohmaru

El siguiente paso fue dividirles en cuatro grupos y hacer que colaboraran entre ellos pasándose el cuero una y otra vez. Una forma de aprender a compartir.

Sinceramente, esto me parece una chorrada. En cualquier deporte colectivo tienes que "compartir" para poder seguir jugando y conseguir una victoria. No me parece algo a destacar del rugby.

En cuanto a lo que hablan del fútbol, estoy totalmente de acuerdo. Mucha gente ha perdido el norte y la agresividad se fomenta hasta con críos de 5 años.

MrAmeba

#2 El rugby es mucho más educado y deportivo que el fútbol. Y además la sensación de equipo es mucho mayor, en el fútbol parece que solo juega el que mete el gol y el que lo para, en el rugby eres parte de un todo, tanto si estas dentro de la melé como si eres de la linea.

Y he jugado bastante a ambos deportes, el problema es que la gente tiene una idea muy distorsionada del rubgy y frecuentemente lo confunde con el fúbtol americano.

Un saludo