Hace 10 años | Por jm22381 a losandes.com.ar
Publicado hace 10 años por jm22381 a losandes.com.ar

Es posible afirmar con seguridad que "Capital in the Twenty-First Century", la obra maestra del economista francés Thomas Piketty, será el libro de economía más importante del año y, quizá, de la década, dice el Nobel de Economía Paul Krugman. Los ingresos de los negocios y del capital en EEUU están cada vez más concentrados en pocas manos. Seis de los 10 estadounidenses más acaudalados, ya son herederos en lugar de emprendedores. "El riesgo de tender hacia la oligarquía es real y da pocas razones para el optimismo" dice Piketty.

Comentarios

capitan__nemo

¿y no funciona así el capitalismo?
El que concentra mas capital tiene mas capacidad para seguir concentrando mas capital

Jiraiya

#2 Piketty dice en su libro que así funciona el capitalismo pero que las dos guerras mundiales supusieron una ruptura en la normal degradación del capitalismo, repartiendo cartas a todos y empezando desde cero.

Actualmente y sin guerras o crisis mundiales a la vista, ahora el capitalismo va a poder continuar con su tendencia natural que es una terrible e inaceptable desigualdad.

Te dejo una reseña: http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/Capitalismo-desigualdad-siglo_XXI_6_224737531.html

Los hechos son inapelables: el rendimiento del capital (r) ha sido sorprendentemente estable históricamente, en torno al 5 %, mientras que la tasa de crecimiento (g) ha oscilado entre el 1 y el 1,5 %. El crecimiento entre el 3 y el 5 % de las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial es una excepción. En estas condiciones, donde r>g, los patrimonios tienden a acumularse a un ritmo mayor del efecto redistributivo del crecimiento por el aumento de la producción y los salarios, generándose desigualdades crecientes que, en los últimos años, han superado el pico de desigualdad que se produjo justo antes de la Primera Guerra Mundial, cuando el stock de capital equivalía a entre seis y ocho años de la renta nacional total. Hicieron falta dos guerras mundiales y “el suicidio de los rentistas” entre las dos guerras (es decir, vivieron por encima de sus posibilidades en el sentido de que el gasto anual que les generaba su ritmo de vida era mayor que la renta que percibían de su patrimonio) para redistribuir las cartas y empezar casi de cero.

La perspectiva para el siglo XXI, una vez que las economías emergentes hayan alcanzado la madurez y la población mundial se estabilice, es una tasa de crecimiento del orden del 1 ó 1,5 %, mientras que el rendimiento del capital seguirá en torno al 5 %. La implicación evidente es que el reparto de la riqueza acentuaría su senda divergente hasta alcanzar cotas social y democráticamente inaceptables.

D

Si lo dice Krugman seguro que es cierto. Pero nunca podremos estar seguros de si es él o son los aliens controlando su cuerpo tras haberlo abducido.