Hace 13 años | Por Kellus a periodismohumano.com
Publicado hace 13 años por Kellus a periodismohumano.com

En dos ocasiones se han negado los islandeses a pagar la deuda de sus bancos con clientes extranjeros. 25 ciudadanos reformarán la Constitución islandesa. El ex primer ministro islandés tendrá que responder por la crisis ante la Justicia

Comentarios

tocameroque

...je je como aquí.

Kellus

"Más peligroso podría ser que los combativos ciudadanos tuvieran que aprender que las fuerzas del mercado son demasiado potentes para una sola isla volcánica, incluso si es la mayor del mundo. Al final, directa o indirectamente, van a acabar pagando la carísima porcelana resquebrajada por sus bancos, cree Bára Ómarsdóttir. “Por eso, yo hubiera preferido que se llegara a una solución negociada desde el principio”, dice. Pero, ¿qué clase de justicieros y ecuánimes vikingos habrían sido esos?"

Yo también creo que acabaran pagando, pero probablemente habrán peleado por mejores condiciones en el acuerdo del pago y además se habrá señalado a los culpables y se habrá levantado la voz para poder evitar que cosas así ocurran en el futuro. Habrán avanzado un pasito mientras que aquí seguimos igual mirando al cielo hasta que nos vuelva a caer la mierda otra vez.

D

Más peligroso sería que el mundo no reaccionara a tiempo contra esa máquina tan perfecta que son 'los mercados'. Deberíamos virar hacia un entorno donde el estado tenga objetivos claros. El mercado debe moderarse.

D

#3 Creo que el gran problema es que el estado tiene los objetivos muy claros: beneficiar a algunos, que tarde o temprano les devolverán 'los favores', y perjudicar a sus propios ciudadanos vendiéndoles la película de que 'la culpa es vuestra, habeis vivido por encima de vuestras posibilidades'.
Y la prueba de que ello es cierto es que los bancos tambien han vivido por encima de sus posibilidades, pero a ellos les han cubierto las deudas y han mantenido intactos sus privilegios, mientras a los demás les han obligado a pagar la factura de todo ello. Parece que no todos somos iguales en la gran democracia.