Un relato corto sobre visitantes del futuro Estaba yo tranquilamente en mi casa, peleando a brazo partido con la infame maquina de lavar intentando hacer una colada sin inundar el piso del vecino de abajo, cuando se me apareció una tía maciza vestida rara. - Vengo del futuro – me dijo con una sonrisa capaz de hacer que un monje dejara los hábitos - Que, que bien – logre balbucear sin poder dejar de mirarle las tetas -
Estaba yo tranquilamente en mi casa, peleando a brazo partido con la infame maquina de lavar intentando hacer una colada sin inundar el piso del vecino de abajo, cuando se me apareció una tía maciza vestida rara.
- Vengo del futuro – me dijo con una sonrisa capaz de hacer que un monje dejara los hábitos
- Que, que bien – logre balbucear sin poder dejar demirarle las tetas
- Vengo a contarte como lavar más…
- Espera, espera un momento – le corté al acordarme que había leído en algún lugar que lo suyo es que alguien viniera del futuro con mejores cosas que contar que como hacer la puñetera colada
- Pero, es que yo no tengo mucho tiempo... – contesto la moza haciendo pucheros y poniendo cara de no haber roto un plato en su vida
- Mira, que no, que me digas como curar el cáncer, que es mas provechoso – le dije yo antes de que tuviera tiempo de soltarme el rollo que tenia en la cabeza
- Pero es que el cáncer no se ha curado en el futuro
- ¿Cómo que no?
- No, han descubierto unas pastillitas que te las tienes que tomar todos los días y no te mueres
- Pero te lo cura, ¿no?
- Noooo. Que va, te lo paraliza mientras sigas tomandolas pastillas
- Bueno, vale, olvídate del cáncer, y lo del petróleo,¿como han solucionado cuando se acabe? – le pregunte pensando que eso también seria de utilidad para la humanidad
- ¡Tonto!, si el petróleo no se ha acabado – me contesto riéndose, enseñando unos dientes perfectos
- Y las reservas, ¿han encontrado más?
- Que va, lo que pasa es que lo han puesto tan caro que solo se usa para cosas serias – dijo poniendo esta vez una expresión sesuda
- ¿Serias? – conseguí preguntar después de quedarme unos instantes paralizado por la revelación
- Si serias, urbanizaciones de lujo, vuelos VIP, fuerzas armadas esas cosas – respondió con el tono que se suele usar para contarle algo a un niño malcriado
- Ya veo – le dije, para darme tiempo, mientras me estrujaba los sesos pensando en alguna pregunta trascendente, que fuera útil yde paso me sacara de la miseria
- ¿Y lo del cambio climático lo han arreglado ya?
- Pues claro, ¿es que alguien lo dudaba?
- Pues cuéntame como – y empecé a concentrarme como nunca antes en mi vida para intentar recordar hasta el mínimo detalle de lo que me contara
- Es fácil, han hecho ciudades nuevas VIP en sitios mas altos donde no llega el mar
- ¿Y que forma de gobierno tenéis? – ya tirando la toalla en intentar arreglar el mundo y pensando que lo mismo podía fundar el partido político del futuro y forrarme
- Que graciosos eres, si ya no hay gobierno, ahora tenemos algo mucho mejor
- ¿Y que es?
- Una sociedad de derechos que se encarga de todo, sellama $GA€ 3.0
Justo en el momento que dudaba entre saltar por la ventana o meter la cabeza dentro de la lavadora e intentar ponerla en marcha me desperté, y juro que nunca más mezclo isotónico con cerveza.
Comentarios
QUe he puesto mal el enlace y no se cambiarlo, mejor lo pego todo
http://relatosdevictormvr.blogspot.es/
Estaba yo tranquilamente en mi casa, peleando a brazo partido con la infame maquina de lavar intentando hacer una colada sin inundar el piso del vecino de abajo, cuando se me apareció una tía maciza vestida rara.
- Vengo del futuro – me dijo con una sonrisa capaz de hacer que un monje dejara los hábitos
- Que, que bien – logre balbucear sin poder dejar demirarle las tetas
- Vengo a contarte como lavar más…
- Espera, espera un momento – le corté al acordarme que había leído en algún lugar que lo suyo es que alguien viniera del futuro con mejores cosas que contar que como hacer la puñetera colada
- Pero, es que yo no tengo mucho tiempo... – contesto la moza haciendo pucheros y poniendo cara de no haber roto un plato en su vida
- Mira, que no, que me digas como curar el cáncer, que es mas provechoso – le dije yo antes de que tuviera tiempo de soltarme el rollo que tenia en la cabeza
- Pero es que el cáncer no se ha curado en el futuro
- ¿Cómo que no?
- No, han descubierto unas pastillitas que te las tienes que tomar todos los días y no te mueres
- Pero te lo cura, ¿no?
- Noooo. Que va, te lo paraliza mientras sigas tomandolas pastillas
- Bueno, vale, olvídate del cáncer, y lo del petróleo,¿como han solucionado cuando se acabe? – le pregunte pensando que eso también seria de utilidad para la humanidad
- ¡Tonto!, si el petróleo no se ha acabado – me contesto riéndose, enseñando unos dientes perfectos
- Y las reservas, ¿han encontrado más?
- Que va, lo que pasa es que lo han puesto tan caro que solo se usa para cosas serias – dijo poniendo esta vez una expresión sesuda
- ¿Serias? – conseguí preguntar después de quedarme unos instantes paralizado por la revelación
- Si serias, urbanizaciones de lujo, vuelos VIP, fuerzas armadas esas cosas – respondió con el tono que se suele usar para contarle algo a un niño malcriado
- Ya veo – le dije, para darme tiempo, mientras me estrujaba los sesos pensando en alguna pregunta trascendente, que fuera útil yde paso me sacara de la miseria
- ¿Y lo del cambio climático lo han arreglado ya?
- Pues claro, ¿es que alguien lo dudaba?
- Pues cuéntame como – y empecé a concentrarme como nunca antes en mi vida para intentar recordar hasta el mínimo detalle de lo que me contara
- Es fácil, han hecho ciudades nuevas VIP en sitios mas altos donde no llega el mar
- ¿Y que forma de gobierno tenéis? – ya tirando la toalla en intentar arreglar el mundo y pensando que lo mismo podía fundar el partido político del futuro y forrarme
- Que graciosos eres, si ya no hay gobierno, ahora tenemos algo mucho mejor
- ¿Y que es?
- Una sociedad de derechos que se encarga de todo, sellama $GA€ 3.0
Justo en el momento que dudaba entre saltar por la ventana o meter la cabeza dentro de la lavadora e intentar ponerla en marcha me desperté, y juro que nunca más mezclo isotónico con cerveza.