Hace 16 años | Por Meneeitor a ceibes.com
Publicado hace 16 años por Meneeitor a ceibes.com

En 1929, los técnicos de mantenimiento de la catedral, haciendo limpieza encontraron lo que en el momento se definió como “un descuidado montón de trastos”. Tras ser estudiado por expertos, se concluyó que aquel montón de trastos era en realidad una auténtica reliquia: un reloj astronómico de (o antes de) 1386, que conservaba en excelente estado la mayoría de sus piezas originales. En 1956, fue restaurado y puesto de nuevo en marcha. Hoy en día es considerado como el reloj mecánico más antiguo del mundo en funcionamiento.