Hace 13 años | Por mundakas a sorayapaniagua.com
Publicado hace 13 años por mundakas a sorayapaniagua.com

Hoy, que es mi cumpleaños, voy a regalarme una ilusión. La fantasía de ver a mi hija crecer y aprender en un sistema educativo avanzado, adaptado al mundo tecnológico que vivimos.[...]

Comentarios

D

De sueños e ilusiones, viven los... Mientras tanto a darse con un canto en los dientes.

NNF4E

respuesta al autor : lo siento, tu hija seguira usando windows.

boirina

Lástima que su ilusión no tenga en cuenta que el precio de un iPhone es similar al valor del SMI en España, y que los niños que pueden permitirse tener esas cosas son los menos, porque el dinero que cuesta el iPhone es el dinero del que va a usar toda una familia para vivir durante un mes.

Lástima que su ilusión no contemple que, con suerte, hay un ordenador para cada 10 profesores en un instituto "normal", y que en muchas ocasiones los accesos a las redes sociales están capados. No es que no quieran que usemos twitter o Facebook, es que no hay dinero para poner antivirus, así que la forma más sencilla que tienen de evitar ciertas cosas es capando accesos.

Lástima que no se dé cuenta de que no hay presupuesto para tener pupitres informatizados ni pizarras digitales, ni de que las aulas no van a crecer milagrosamente para que haya una zona de trabajo individual y otra de trabajo en grupo. La realidad es que en un aula de unos 30 m2 hay que meter unos 30 pupitres y que con un par de cañones de proyección en todo el centro nos apañamos. De hecho, en muchos centros de ciudades donde hace calor de verdad, tampoco hay presupuesto para aire acondicionado, así que no quiero imaginar lo que pasaría si hubiera que pagar el coste de tener unos 400 ordenadores enchufados y con conexión a internet, ni lo que costaría adaptar las infraestructuras para permitirlo.

Lástima que no sepa que el responsable de mantener todos los equipos del centro es un profesor cualquiera a quien le ha tocado la china, y que dispone para ello de una reducción de 3 horas lectivas cada semana.

Lástima que no sepa que los profesores que tenemos ordenador en casa, compramos libros, programas y lo que nos parezca necesario para preparar y dar clases, lo pagamos de nuestro bolsillo, sin derecho a desgravar ni a contarlo como gastos, o usamos lo que nos da el centro, que suele ser algo bastante próximo a nada.

Lástima que no sepa que, un buen día, el iluminado de despacho de turno decide algo, como que una determinada asignatura se va a dar en inglés, por ejemplo, y el centro correspondiente les cuelga el muerto a un profe de lo que sea y a otro de inglés, y que ambos van a necesitar más horas de las que tiene el día para inventarse el material para esa nueva asignatura. Pero igual no es una, igual son cuatro. Y esos profes sacan el tiempo de donde no lo hay, igual que el coordinador de TIC, y se prometen secretamente que nunca más les van a pillar en semejante movida.

Si tantos sueños 2.0 tiene esa señora, casi mejor que se monte una cooperativa y traduzca sus sueños en un colegio privado y elitista, para gente que pueda permitirse gastarse el equivalente del SMI en un aparatito para que su niña pueda asistir a clase cuando esté pasando unos días (lectivos) en un sitio diferente del sitio donde tiene que estar. Y que invierta todo su capital y el de las personas que consiga convencer en ese sueño.

Y el sistema público de educación seguirá como hasta ahora, usando los pocos recursos que tiene en lo que buenamente parezca más urgente en cada momento.