Había insistido hasta la saciedad en el “he venido a Madrid para quedarme” y, hasta cierto punto, cumplió. No salió corriendo como sus predecesores tras el batacazo electoral de 2011. Pero sucesos como la marcha de Rubalcaba, el fortalecimiento de Tomás Gómez tras el Congreso Extraordinario del PSOE y el reglamento aprobado el domingo para las primarias se empeñaron en llevarle la contraria y el lunes Jaime Lissavetzky anunció, como días atrás su enemiga íntima Ana Botella, su renuncia a ser de nuevo candidato al Ayuntamiento de Madrid.
Comentarios
¿Quién es ese?
Más que nada porque no ha dado ni palo por el Ayuntamiento de Madrid ni por los madrileños, ni ha hecho una oposición decente, ni presentado propuestas ilusionantes ni otro modelo de ciudad.
Que hacer chistecitos sobre Ana Botella sabemos todos, pero para eso ya me basta el Twiter, donde los hay mucho mejores. Lo que yo quiero de un político que aspira a gobernar es una oposición seria, responsable con los votantes, y, sobre todo, un sólido modelo alternativo.
¿Porque no lo conocía ni Dios y porque no ha hecho absolutamente nada para recuperar al PSM?
Al PSOE le interesa más meter un tertuliano conservador (y demagogo) de candidato que cualquier otra opción.
#2 define conservador, que me pierdo.