Una práctica que, de ser cierta, es reprobable y perseguible por Hacienda, aunque obedezca posiblemente a la acusación de empleados cuyos sobres no era tan voluminosos como crían merecer. Pero para erradicar estos premios, bonos o dietas en negro con las que muchas empresas estimulan a algunos empleados hay que darle la vuelta a la mentalidad del país, tanto, que incluso deberían ponerse inspectores para que los camareros declaren las propinas que reciben.
Comentarios
Sí, sí, que llevemos todos detrás un inspector todo el día sacándonos el dinero.
y yo mi tanque!