El impuesto sobre los depósitos bancarios que anunciado el martes la Generalitat de Cataluña es una muestra más del grado de confiscación y perversidad al que han llegado nuestros líderes políticos. Pretender o querer vender que la banca no trasladará este coste a sus clientes simplemente mentir o ser burro, porque como no lo trasladen los dos o tres bancos que nos quedan medio solventes se va también a las rocas.
|
etiquetas: impuestos , banca , crisis , depósitos