Los expertos sostienen que si la salida de la crisis va acompañada de una mayor desigualdad social –lo que parece evidente si nadie lo remedia– hay riesgo de revueltas sociales.
Y cuantos mas palos den, cuanto más fastidien a la gente, cuando esas revueltas estallen, será peor. Cuando la gente no tiene trabajo, ni casa, ni nada que perder, lucha hasta el final.
Ah!, y lo de no va a pasar a nada... nadie esperaba que la revolución francesa o la revolución rusa fueran a ocurrir ni a terminar como acabaron...
En España? Basta que les pongan la Sexta, Salvados, Salvame, ideología burguesa a porrillo. Aqui nos moriremos de hambre y la gente seguirá diciendo que es clase media y que nada de socialismo ni cambios. (Cuando digo socialismo no me refiero al PSOE SA)
Para los de izquierda de siempre es muy triste leer que el sufrimiento que generan las políticas de austeridad, potencian el voto hacia el populismo y fundamentalmente el de la ultraderecha. Esta claro que los ciudadanos de a pie no tenemos otra salida que definir directamente los principios políticos por los que queremos regirnos. La democracia representativa, hoy, es nuestro gran fracaso.
Comentarios
Y cuantos mas palos den, cuanto más fastidien a la gente, cuando esas revueltas estallen, será peor. Cuando la gente no tiene trabajo, ni casa, ni nada que perder, lucha hasta el final.
Ah!, y lo de no va a pasar a nada... nadie esperaba que la revolución francesa o la revolución rusa fueran a ocurrir ni a terminar como acabaron...
#2 Ya se sabe, los avariciosos están condenados a repetir su historia.
¿Cuándo, cuándo? Voy, voy.
En España? Basta que les pongan la Sexta, Salvados, Salvame, ideología burguesa a porrillo. Aqui nos moriremos de hambre y la gente seguirá diciendo que es clase media y que nada de socialismo ni cambios. (Cuando digo socialismo no me refiero al PSOE SA)
Para los de izquierda de siempre es muy triste leer que el sufrimiento que generan las políticas de austeridad, potencian el voto hacia el populismo y fundamentalmente el de la ultraderecha. Esta claro que los ciudadanos de a pie no tenemos otra salida que definir directamente los principios políticos por los que queremos regirnos. La democracia representativa, hoy, es nuestro gran fracaso.