Publicado hace 10 años por --394475-- a iohannesmaurus.blogspot.com.es

Son muchos quienes desde espacios cercanos al 15M o desde posiciones libertarias critican a Podemos por ser una organización basada en el liderazgo mediático. La imagen del líder, de la personalidad, del notable, es en efecto uno de los elementos más profundamente antidemocráticos de las democracias liberales y de otros derivados más explicitamente autoritarios del absolutismo. La idea de que la representación es la única forma posible de unificación de una multitud que, fuera de ese marco, sería dispersa, desordenada, caótica y violenta...

Comentarios

WaZ

#8 Nope, las caches de google no son enlaces validos. No es el mismo caso que cuando se recurre a ellas, de manera temporal, por el efecto mnm cuando un articulo llega a portada.

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#9 ok. Pues nada, chapada queda.

WaZ

#0 Lo sentimos, el blog de iohannesmaurus.blogspot.com se ha eliminado. Esta dirección no está disponible para blogs nuevos.

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#4 Vaya, lo ha debido eleminar justo ahora

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#7 Gracias!
#4 ¿Puede cambiarse el enlace actual por el de la caché?

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Un artículo muy interesante, con el que estoy bastante de acuerdo.
Podemos es un movimiento asambleario en el que Pablo Iglesias juega el papel del representante, del líder, ya que la mayoría entiende la política de esta forma. Personas carismáticas que hagan política por ellos.
Pero Podemos busca la activación política de la gente, su implicación directa, no que se les vote simplemente, a través de la apariencia de un partido político más.

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1. Recibo estos días muchos mensajes, y muchas llamadas de amigos, que recaban mi opinión sobre "Podemos". Prefiero expresarla aquí, en público, desde el respeto por la propuesta correspondiente. Y es que en "Podemos" no faltan las personas que, con una larga trayectoria de lucha, merecen ese respeto, que aquí se expresa -o quiere hacerlo-tan lejos de la alabanza aduladora como de la crítica descortés.

2. Empezaré diciendo lo que muchos saben y lo que para otros es, sin más, irrelevante: no siento ningún interés por elecciones, parlamentos e instituciones. Y me veo obligado a certificar que "Podemos", por muy iconoclastas que sean sus propósitos y muy amplios que sean sus objetivos, se vincula expresamente con todo ello. Lo hace, por añadidura, a través de la intuición, desafortunadísima, de que son los líderes los que dan sentido a los proyectos. Su momento de formalización obliga a recordar, en fin, que a algunos nos parecen poco estimulantes las iniciativas que surgen en la proximidad de unas elecciones. En ese escenario ratifico mi compromiso franco con la organización desde abajo, desde la autogestión, desde la democracia y la acción directas, desde el apoyo mutuo y desde la desmercantilización. Somos muchos -conviene subrayarlo- los que no estamos en la pelea electoral. Y bastantes los que no dejamos de sorprendernos ante las ilusiones que personas respetables depositan, digan lo que digan, en aquélla.

3. No tengo claro qué es "Podemos": si una propuesta de método para solventar los problemas vinculados con unas elecciones o el cimiento de un cambio mucho más ambicioso. Intuyo, por lógica, que se trata de una combinación de ambas cosas, sin que, dicho sea de paso, la condición democrático-asamblearia de la segunda me parezca comprobable. En el estadio actual, de cualquier modo, no existe la posibilidad de juzgar un programa preciso, toda vez que el manifiesto difundido no tiene la condición de tal. Por ello no me queda otra que avisar, a la aventura, sobre lo que intuyo que está llamado a nacer de aquí y de imaginables derivas posteriores. Lo digo de otra forma: me sorprendería mucho que "Podemos" se haya sacudido los vicios de análisis que arrastran por igual la izquierda que vive en las instituciones y la que dice querer romper con el régimen.

4. Algunos de los promotores de "Podemos" nunca han empleado la palabra autogestión. Sus adhesiones de siempre beben de la idea, pregonada por la socialdemocracia y el sindicalismo de pacto, de que el Estado es una institución que nos protege (o al menos de que tal debe ser su condición). Así las cosas, el grueso de las propuestas que les conozco no rompe el molde keynesiano y hace uso inocultado de las herramientas de siempre -entre ellas la jerarquía y la separación- de la socialdemocracia recién mentada. No deja de producirme desasosiego comprobar cómo muchas personas que declaran rechazar de forma radical lo que significa la socialdemocracia engullen ésta a toda prisa cuando aparece ataviada con colores festivos aparentemente rupturistas y subversivos.

5. A mi entender, y en relación con todo esto, nada es más absurdo que la pretensión de regresar a 2007 para reconstruir en plenitud nuestros maltrechos Estados del bienestar. Y nada es más urgente que asumir una crítica consecuente de lo que éstos suponen. No se trata, en otras palabras, de salir de la crisis o del régimen: frente a las gestiones cortoplacistas de la primera, se trata de salir, y con urgencia, del capitalismo. Tampoco veo, por cierto, qué aporta, si le damos a la palabra emancipación un sentido serio, la defensa de la república -española, cabe suponer-, uno de los grandes mitos de la izquierda tradicional que prefiere ignorar que la propuesta correspondiente está en el guión del propio régimen y ya ha dado sus frutos, todos podridos, en Portugal, en Francia o en Italia. No acierto a apreciar, por lo demás, qué efecto de suma de voluntades acarrea la propuesta republicana.

6. Bien está que dispensemos la atención debida a la deuda y a los recortes. Pero, cuando hablo de la necesidad de otorgar a la autogestión un relieve decisivo me importa subrayar que no estoy pensando en viejas trifulcas del pasado. Lo estoy haciendo, antes bien, en la corrosión terminal del capitalismo, en la inmediatez del colapso y en las urgencias consiguientes. He escuchado estos días en labios de portavoces de "Podemos" declaraciones, muy desafortunadas, de inocultado carácter productivista y desarrollista. No he oído hablar, en cambio -acaso he tenido mala suerte-, de centros sociales autogestionados, espacios de autonomía o cooperativas integrales. Si, como suele suceder, el proyecto que nace le da la espalda a discusiones ineludibles sobre la tecnología y la civilización industrial, sobre la desurbanización y la descomplejización de nuestras sociedades, o sobre el decrecimiento, motivos sobrados habrá para poner en cuestión su voluntad de ruptura con respecto a la miseria imperante. Aguardemos, y esperemos que vínculos con las instituciones y pactos con los iguales no hagan de "Podemos" lo mismo que han acabado por hacer con tantos proyectos aparentemente rompedores.

7. Me ha parecido entender que "Podemos" ha recibido un apoyo muy apreciable en la Red. Lo interpreto conforme a dos claves. Si la una es el designio, que asiste a tantos, de desnudar muchas de las carencias de la izquierda que participa en las instituciones, la otra tiene un evidente carácter de revuelta generacional. No puedo dejar de repetir que esos dos propósitos, respetabilísimos, cobran cuerpo en relación con una materia precisa, las próximas elecciones al parlamento de la UE, que a mi entender difumina su rigor. Otro tanto ocurre, desde mi punto de vista, con la condición aberrantemente personalista de la apuesta inicial. Algunas declaraciones que he escuchado o leído me han producido sonrojo. Tanto más cuanto que con frecuencia los portavoces de "Podemos" se reclaman de un movimiento, el 15-M, que rechazó orgullosamente liderazgos y personalismos. Digo lo mismo del empleo, franco, de medios de comunicación que obligan a desplegar todas las cautelas. Y muestro al cabo mi perplejidad ante el hecho de que hasta donde llega mi conocimiento todo esto no provoque, dentro de "Podemos", mayores controversias, como si fuese una discusión menor. Por momentos me ha parecido que acaso el nombre más adecuado para la nueva plataforma sería, más bien, "Posamos".

8. Me parece llamativo que las diatribas más frecuentes, y más airadas, lanzadas contra "Podemos" hayan nacido, en suma, del supuesto dinamitado que la iniciativa habría provocado en lo que se refiere a la "unidad de la izquierda". Ni entro ni salgo en ello. Y no lo hago por cuanto me parece que todo el mundo juega las mismas cartas, de tal suerte que, puestos a cuestionar, habría que volcar la mirada en todas partes. Esto al margen, me da que la unidad que tienen en mente algunos de los detractores de la nueva plataforma, como algunos de los defensores de ésta, remite a la búsqueda de un mínimo común denominador que recuerda poderosamente a la miseria que hoy arrastramos. Me sorprenden, aun así, las críticas vertidas desde "Podemos" a IU, y no porque disienta de ellas -tal vez mencionan demasiadas veces los pactos que la burocracia de la coalición de izquierdas mantiene con el PSOE y olvidan con frecuencia su relación, lamentable, con las cúpulas de CCOO y UGT, que vivirían, según el manifiesto fundacional de los que dicen poder, en el "desconcierto" (delicioso eufemismo éste)-, sino por una razón más prosaica: muchos de quienes enuncian tales críticas han trabajado años en IU. Parece que han sido un poco lentos a la hora de calibrar las dobleces de esta última.

9. Hace cien años Ricardo Mella escribió un sonado artículo en el que, en sustancia, venía a decir lo que sigue: votad lo que estiméis conveniente la jornada de las elecciones, o absteneos, pero no olvidéis nunca que lo principal es lo que hacéis, con vuestra lucha, los 364 días restantes del año. Leí ayer un comentario de alguien que afirmaba que muchos de quienes critican a "Podemos" se caracterizan en esencia por no hacer nada. Es muy probable que sea así. Pero prestemos atención también a otra posibilidad: la de que muchos de quienes respaldan a "Podemos" se cuenten entre esos aventajados usuarios de Facebook que le dan, valientes, al "me gusta" y acuden presurosos a votar el día de las elecciones sin que sepamos nada más de ellos los 364 restantes días del año. Ése no es, claro, un problema de "Podemos": lo es de todos.

10. Acabo. No nos queda otra posibilidad que aguardar noticias. No sin antes augurar, claro, que no es oro todo lo que reluce y que parece fácil intuir cuáles son las sorpresas que se avecinan. Mientras espero, anoto aquí el lema que hizo suyo, en Francia, una vieja revista libertaria: ni pastores ni rebaños.

http://www.carlostaibo.com/articulos/texto/?id=490

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#2 "Lo hace, por añadidura, a través de la intuición, desafortunadísima, de que son los líderes los que dan sentido a los proyectos."
Creo que el meneo ofrece un punto de vista muy diferente, que comparto, sobre eso.

El artículo es de pocos días de anunciarse la iniciativa, y en mi opinión se equivoca en varios puntos, como al citar a Ricardo Mella. Podemos no busca la representción, busca activar políticamente a la mayoría. La participación constante de la ciudadanía, no un voto.

D

#5 Siento discrepar al decir, que por vía parlamentaria nada se puede cambiar, existen unas normas muy claras y al aceptarlas para presentarte las aceptas y tu agenda es marcada por los tiempo electorales, por lo que nunca podrá ser activadora de nada, más bien lo contrario, la vía electoral es la forma de encausar la rabia, encausar el descontento del pueblo para jugar a los trileros donde las palabras son más importantes que los hechos, donde miles de legislaciones se montan una encima de la otra atrapando al pueblo e impidiendo que algo cambia, decir que algo cambiará para que nada cambie.

Luego decir que el artículo intenta dejar claro que el anarquismo está por debajo intelectualmente, calificandolo con adjetivos despectivos como "imaginarios", "ilusión", ... me pregunto si alguna vez el autor ha leído algo de anarquismo, de teoría anarquista sea clásica o actuales como los antropólogos david graeber, brian morris o james scott ya que habla de simbolismo...

Ya que se descalifica al anarquismo, descalico yo a aquellos que creen en un cuento de hadas de que dando un cheque en blanco a alguien durante cuatro años se puede conseguir hacer algo para cambiar el mundo, y preguntarme si no es esto ser infantil y no tener el suficiente coraje intelectual de saber que cada individuo incluido uno mismo tiene el poder de tomar las decisiones que le afectan a uno mismo y no delegar a una institución como hacne los niños con sus padres.

Podemos y el resto de aires frescos que han surgido, no es más que lo mismo, es más, es humo y aparecido de la nada, ya que nada le sustentaba, ha sido una creación de astroturfing (http://es.wikipedia.org/wiki/Astroturfing)
ya que no proviene de una necesidad real alguna. Yo como anarquista no votaré como es evidente, pero maś tiene que aportar Equo a estas elecciones que unos vendehumos como estos o el partido x, etc...

Hace tiempo que dejé de creer en hackings sociales y vendehumos..., si no parte de la base, con funcionamiento horizontal, que es descalificado por el poder, no me sirve...

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Bueno, no se los demás, a mí lo único que me pasa es que el lider en cuestión me parece un castuzo como cualquier otro y no me fio de él.

Profe de Uni hijo de profe de Uni (no debe haber gremi funcionarial más podridamente enchufista y chupóptero en todo el país) y tertuliano. Lo siento, no necesito saber más.

Cabre13

#1 ¿Pablo Iglesias desciende profesores universitarios? ¿Su padre? ¿Su madre?
Es la primera noticia que tengo sobre ello; de hecho creo que es falso.

Y en cualquier caso hay un problema muy gordo con el tema del nepotismo. ¿Es nepotismo que un hijo siga los pasos de su padre? Porque a veces se critica el nepotismo hasta el punto de que no se acepta que trabajen en el mismo gremio.

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#11 ¿Crees que es falso? Eso demuestra que eres otro atún más, porque lo único que tienes que hacer para comprobarlo es mirar en internet y ni en eso te has molestado. Turrion es profesor en la Complutense, donde también se licenció su señor padre; y su padre es Javier Iglesias Pelaez, en tiempos inspector de trabajo y agora profesor de historia si la mente no me falla, y que toda su vida estuvo metiod en política, sin gran éxito, por IU que es de donde salió ahora el chico. Y que un hijo siga los pasos de su padre ciertamente no es nepotismo, y desde luego no tengo indicios para dudar salvo la podredumbre que asola los claustros de este país; pero castuzo es, y tertuliano también, y yo a un castuzo y a un tertuliano no lo pongo de ejemplo de nada.

Cabre13

#12 Atún lo serás tú que has pasado de "su padre es profesor" a "su padre es profesor si la memoria no me falla".
¿Es que no puedes demostrarlo o qué? Y al final lo único que me vienes a decir es que "su padre estuve metido en IU" así que te parece mal que él también se meta en política. Pues nada, vamos a hacer una ley para que solo puedan meterse en política gente cuyos padres (y tíos y hermanos) no hayan estado en política. Vamos a mandar a la mierda el interés personal por las ocupaciones de nuestros padres, si tu padre se dedica a algo molón (arte, política, cine, periodismo) tú no puedes, tienes que buscarte otro gremio.
Yo no votaría a Podemos ni borracho, pero de ahí a aplaudir un ad hominem sin pruebas hay mucho. Y definir a Pablo Iglesias como "castuzo y tertuliano" es una burrada; el tío es profesor y fue presentador/¿periodista? mucho tiempo antes de que le viésemos en las tertulias mainstream.