Los incumplimientos del acuerdo de fusión fueron de tal magnitud que se transformó en una absorción por parte del Banco Santander y de un plumazo cambio los rótulos de las oficinas bancarias. Botín lo solucionó sobornando al presidente del Central, José María Amusátegui y al vicepresidente Ángel Corcóstegui con un extraordinario finiquito fuera de toda lógica. Donde Rato dio la talla fue en pasar por alto, a pesar que estaba pactado, que Botín no se jubilara a los 72 años.
Comentarios
Las fábricas de sobres le hacen descuento
El verdadero presidente de este pais: Emilio Botín.
Menos con la caspa, supongo
Rato donde hay podredumbre aparece tu nombre
Jaime dijo: “A mi hermano sólo lo puede detener una inmensa patada en los cojones”. Se me quedó grabada esta sentencia.