El acusado, que tenía retirado el permiso de conducir por la pérdida de la totalidad de los puntos y arrojó una tasa de 0,51 y 0,49 gramos por litro de aire espirado se le acusa de dos delitos de homicidio por imprudencia, dos contra la seguridad vial, y otro de omisión del deber de socorro, por haber intentado darse a la fuga tras el atropello. El atropello fue la madrugada del 4 de abril, Domingo de Resurrección, cuando el conductor se saltó hasta dos semáforos en rojo, circulando a 108 Km/h en una vía con limite de 40 Km/h.
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