Cada vez más empresas y países quieren lanzar satélites a la órbita baja terrestre, pero la franja disponible para operarlos y comunicarse con ellos es finita, lo que está generando una batalla competitiva y regulatoria en la que los más poderosos podrían resultar favorecidos.
Comentarios
Seamos claros: ¿Cuanto nos va a costar?
como la piel de much@es!!! okay, ya recojo mi calzador!