Hace 12 años | Por akerbeltz a jotdown.es
Publicado hace 12 años por akerbeltz a jotdown.es

Cuando la última obra de Chester Brown llegó a nuestro país, dos aspectos de la misma fueron puestos de relieve por lectores y críticos. El primero fue la honestidad de un autor que narraba sus experiencias como john —argot para putero, en inglés— en Toronto, que por otra parte respetaba el anonimato de las trabajadoras sexuales ilustradas en el cómic. El segundo fue su valor como objeto de debate.