Publicado hace 10 años por ciencia.conciencia a nightscience.hol.es

Desde que hace poco más de dos siglos y medio Linneo estableciese la nomenclatura binomial para definir géneros y especies, nuestro conocimiento sobre la diversidad de los seres vivos ha aumentado exponencialmente (tanto en espacio como en el tiempo). En consecuencia, también se ha visto incrementado el número de nombres científicos que porta cada uno de los nuevos organismos descubiertos y, con ello, la imaginación de los científicos a la hora de denominar los nuevos hallazgos.