Alguien llamó a mi puerta y me levanté a abrir. Cual fue mi sorpresa al encontrarme a un señor de bigote, con pinta extraña, que montaba sobre una especie de liebre gigante. El caballero se presentó como Friedich von Hayek. Inmediatamente me comenzó a hablar de su liebre, mientras señalaba las alforjas que el animal llevaba, cargando con todo tipo de objetos comerciales. Se refería a ella como la "Liebre Mercado", una maravilla venida del cielo que tenía la cualidad de hacer que las relaciones humanas funcionasen y todos fuésemos felices.
Comentarios
"¡Y no veas los patrocinadores que tengo desde que monto esta liebre!"
Von Von
Personalmente al leer esto me descojoné de la risa:
"Como mis amigos me indicaron, la manera más justa y lógica de repartir la pizza era que nos la jugásemos a patadas en los huevos, para que los ganadores comiesen primero y lo que fuesen dejando quedase para los demás. Nos pusimos a la faena, sonrientes todos, “¡Competir! ¡Competir!”."