Hace 11 años | Por ecam a hablandodeciencia.com
Publicado hace 11 años por ecam a hablandodeciencia.com

Recuerdo la primera vez que encontré una culebrilla ciega (Blanus cinereus, Vandelli,1797), yo debía tener unos 10 años. Había llovido y la tierra estaba blanda. Atrapé un ejemplar por casualidad, tan solo levanté una piedra al azar y allí estaba, intentando huir a toda velocidad por sus galerías subterráneas. Para los ojos de muchos los Anfisbénidos parecen lombrices, apuesto a que aún teniéndola ante sus ojos no sabrían ver que no lo son, pero por muy raro que os parezca ¡son reptiles!

Comentarios

j

Como dato curioso, comentar que en mi lugar de residencia (Sierra de Huelva), son bastante habituales, en mi huerto aparecen constamente.
Otro detalle, es que las gallinas, que en su dieta tienen a la lombrices como manjar principal, no se las comen, solo matan a las culebrillas.

a

Esto me ha recordado a las babosas. Una vez de pequeñas vimos mi prima y yo una y nos fuimos asombradas de ver a un caracol tan ancho sin su concha...

millanin

Solo las veo cuando alguno de mis gatos muy de vez en cuando me trae una para luego comérsela. Un par de noches me han traído 4 o 5 seguidas.