Pero claro, una cosa es comprar el oro en bruto, y otra cosa totalmente distinta es comprar el oro ya trabajado y transformado en la susodicha pulsera, pendiente, anillo, … cuyo valor es el doble, el triple, el cuádruple o, en algunos casos y si la joya en cuestión es bonita y está bien trabajada, el quíntuple del valor que daría esta empresa o cualquier otra empresa de compra de oro.
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Nadie da duros a 4 pesetas