Hace 11 años | Por --150494-- a dedona.wordpress.com
Publicado hace 11 años por --150494-- a dedona.wordpress.com

Vivimos un ataque en toda regla del capital, no solamente contra los trabajadores sino contra porciones muy importantes de las clases medias. Pequeños empresarios ahogados, condenados al cierre y quizá a la proletarización. Y toca también hasta medianos empresarios. Una vez proletarizados los funcionarios, asustados los parados, aterrorizados los pensionistas y maniatados los trabajadores, será el reino del capital sobre una población atemorizada,... Y frente a esa situación, en efecto, ¿por qué no hay una revolución?

Comentarios

ChukNorris

#2 Josovernet es así vota negativo a casi todas las noticias. @jorsovernet ... mientras votar a todo negativo le de karma, supongo que seguirá haciéndolo.

La duda es ¿Qué pasaría si 5 o 10 usuarios hiciesen lo mismo que el votando a todas las noticias negativamente?

AmenhotepIV

#0
¿Por qué no se moviliza la gente?

Esta es una de las preocupaciones más recurrentes en los foros alternativos de internet y una fuente continua de frustración entre quienes siempre están a todas.

Se entiende perfectamente. ¿Es que la situación no es lo bastante grave?. Sí, la situación es muy grave, lo suficiente para que la sociedad entera se pusiera en pie, depusiera gobiernos y se apropiara de los fondos de los bancos para restaurar la economía productiva, el trabajo y el estado del bienestar.

Sin embargo no sucede nada de eso. La gente, la mayoría de la gente, no sale a la calle más que en las grandes manifestaciones, y aun, eso sí, expresa una simpatía muy amplia respecto al movimiento del 15 M o los indignados. Vive su descontento, pero desde casa, y de una forma pasiva. ¿Por qué?. En mi opinión se debe a motivos de diversa índole.

Por una parte, si bien la situación económica es catastrófica, no ha llegado todavía a alcanzar una dimensión lo suficientemente grave y generalizada como para provocar desesperación en las familias. Y digo en las familias porque este es un aspecto importante: cuando el paro, las deudas o cualquier otro problema se ceba en alguien, la familia, generalmente, funciona subsidiariamente como una red de contención, un ámbito de solidaridad, que contribuye a paliar la situación de quienes sufren más directamente los efectos de la recesión.

El paro juvenil de hecho es mucho mayor de lo que se contabiliza por la gran cantidad de jóvenes que siguen estudiando, a cargo de los padres, ante la ausencia de otras opciones y con la esperanza de que esto constituya una inversión para el futuro. En cualquier caso, el retraso en la edad de emancipación, si no hay trabajo para los jóvenes, implica un ahorro en sí mismo.

Por otra parte, la ayuda familiar se combina en muchas ocasiones con dos otros factores: una forma de vida más austera, que, distribuida en el conjunto del grupo familiar, se hace más llevadera, y el recurso, que no es nuevo ni mucho menos, a la economía sumergida: pequeños trabajos, a veces de corta duración, otros más estables, que se cobran en negro y, en cualquier caso, constituyen un alivio.

Otro factor importante es la ausencia, en general, en la población, de una cultura política participativa.

Quienes vivieron el franquismo se acostumbraron a la máxima de no meterse en política, porque era positivamente peligroso. Para estas generaciones -insisto: en general-, la transición democrática representó un nuevo mundo de libertad hasta entonces desconocido y altamente gratificante. Las generaciones que no vivieron el franquismo, o lo vivieron unos pocos años, crecieron en un mundo de libertad y prosperidad, auspiciada en parte por nuestra incorporación a la Comunidad Económica Europea.

¿Qué necesidad había de preocuparse de otra política que la política parlamentaria de los partidos, que recogían prácticamente todas las opciones ideológicas? Nadie nos preparó para esta especie de tormenta perfecta, en que la endogamia y la corrupción de los partidos se han unido al golpe de estado global que han dado los mercados. Ni siquiera esperaba nadie que apareciera el 15 M o los indignados y que esa llamada generación ni-ni se ganará de pronto, por medio de sus elementos más vanguardistas, un lugar en la historia y el respeto de la sociedad.

Por tanto, la actitud de la población, en general, respecto a la política, más allá de votar en las elecciones o, como mucho, militar en un partido político, no es participativa. De alguna forma es una actitud dependiente de un paternalismo encarnado antes por la dictadura y después por el gobierno central, el congreso y los diversos parlamentos y gobiernos autonómicos, incluso por unas etéreas figuras pseudopolíticas europeas no menos paternalistas.

Pero hay más. El tipo de información sobre la situación económica y la realidad en su conjunto que recibe mayoritariamente la población, proviene de los medios de comunicación de masas. La información que se transmite a través de la inmensa mayoría en estos medios, a través de la TDT y de la prensa escrita, sean diarios o semanarios, o de la radio, es, respecto a la política y a la economía, cuanto menos confusa, cuando no directamente inexistente. Y no olvidemos que los programas más vistos en televisión suelen ser programas de entretenimiento basados en escándalos y trapos sucios del famoseo o de la gente corriente, que la prensa más consumida es la deportiva y los semanarios de mayor tirada los del corazón.

Con toda esta carnaza ¿qué opinión se va a formar la ciudadanía de cómo están las cosas? ¿Qué especie de papilla va a tragar como aparente reflejo de lo que sucede y de lo que importa?

Tampoco se lo ponemos fácil ¿Qué esperamos? ¿Que se informen por internet moviéndose dentro de un caos de informaciones puntuales que a veces ni guardan coherencia entre sí?. ¿Que se apunten a todos los eventos, ya sea una asamblea, una manifestación, la contención de un deshaucio, un boicot…?. No, eso no sucederá, y esperar que suceda sería un desvarío.

La gente asiste, quizás no tanta como quisiéramos, pero en cantidades considerables, cuando se convocan manifestaciones importantes, unitarias y con amplia difusión. Lo hicieron el 19 J, después de la represión de la acampada de Barcelona, y lo hicieron el 15 O cuando se llamó a globalizar el sentimiento de indignación y el rechazo a las políticas neoliberales. A pesar de todas las razones antes expuestas, mucha gente se movilizó.

Después de esto ¿a qué nueva empresa colectiva se les ha llamado? Entiendo que es nuestro deber, no sólo intentar movilizar al máximo número de personas para las grandes manifestaciones, sino ser lo suficientemente imaginativos para llegar a todas esas personas, que a pesar de todo lo están pasando mal, para contrainformar adecuadamente y para convocarles a acciones que les parezcan razonables y que puedan asumir, que apunten a metas, modestas si se quiere, pero alcanzables.

Si se hace así, si ven que, con su aportación, aunque no implique ninguna heroicidad, se puede cambiar algo, por poco que sea, estarán a nuestro lado, podremos contar con ellas.

En resumen, hay que estrujarse la mollera y ajustar muy bien la planificación de las acciones que pretendan garantizar una respuesta colectiva. De lo contrario, nos podemos seguir quejando.

Llorenç Prats
http://radical-lliure.blogspot.com/2012/01/por-que-no-se-moviliza-la-gente.html

Cehona

Por la economia sumergida y de subsistencia.

D

Obvio. Si sus ciudadanos fuesen de corte revolucionario, nunca habrian llegado a la situacion en la que se encuentra. Por eso, plantear dicha pregunta carece de sentido

Deathstroke

Porque aquí estamos mejor amaestrados que en otros paises donde andan siempre a vueltas con la manía de los derechos.
También porque aquí robar no se ve como algo negativo, y no me refiero a afanar una línea de cobre o puentear un coche, sino a estar en un cargo público y aprovechar para llenarme los bolsillos, porque "todos lo hacen" y porque "no voy a ser yo el más tonto", y es que efectivamente el que roba dinero público parece que lo tenemos más como avispado que como ladrón, y esa aceptación del robo de lo público fué muy bien explicada en televisión por un viandante al que le preguntaban sobre estos temas y contestaba: "En España hay dos tipos de persona, los que roban y los que no pueden".

p

Por el fútbol. Pan y circo.

D

Es que esto no aguanta más. Esto ya no resiste más. Corrupción e impunidad a plena luz del día


Se lo llevan crudo y a la vista de todos.
Mienten a las claras y niegan la mayor.
Nos engañan a diario y les votamos.
Nos empobrecen y nos callamos.
¿Hasta cuando?

C

Porque todavía hay mucho fanático de algún partido.
Porque hay todavía mucho fanático religioso, de esos que su única visión en la vida es "luchar contra al aborto" así no tengan que comer al otro día.

D

Porque nos administran sedantes disueltos en el agua.

te_digo_que_no

Por que somos unas mariconas, ya no hay hombres como los de antes

ChukNorris

¿por qué no hay una revolución?

Pues porque no saben hacia donde ir ...