En la empresa en la que trabajo hacemos uso de una técnica muy complicada, basada en un algoritmo sumamente complejo, para saber si un programa que se está instalando se ha bloqueado o no. El procedimiento es ultrasecreto, pero, jugándome el puesto y la propia vida, lo voy a contar aquí. Consiste en colocar la puntita de la flecha del cursor justo en el borde final de la barra de progreso de la instalación; si el proceso continúa, la barra de progreso sobrepasará la flecha y nos pondremos todos contentos porque no ha cascado el tema.
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