Uno de los riesgos más grandes a los que se enfrenta cualquier organización es dejar pasar ideas con potencial transformador y de crecimiento alto, aunque a primera vista puedan parecer inútiles. Éste es el caso de ideas como Nespresso, que sufrió una interesante debacle interna antes de convertirse en el océano azul que todos conocemos. Algo similar sucedió con los Post-it, que vieron la luz porque su creador ideó una estrategia de guerrilla para conseguir su aprobación. Y no es falta de visión de las compañías que las lanzaron finalmente....
Comentarios
Las conclusiones son muy interesantes.
Lo de la Nespresso es más márketing de venta que gran invento. Tiene alguna ventaja para el consumidor (es fácil y limpio deshacerse de la cápsula utilizada), pero muchos inconvenientes (caro, pocas tiendas donde comprar el café...) y lo único que ha hecho que la gente esté dispuesta a gastarse 35 céntimos por tomarse un café en casa es pensar que los ricos y famosos como Clooney también lo hacen.
La cantidad de productos que acaban en desastre a las primeras de cambio es tan estadísticamente relevante que justifica este andar con pies de plomo. Es muy ventajoso escribir un artículo sobre dos productos que han triunfado, a ver si puede el autor defender las mismas conclusiones con ejemplos fracasos estrepitosos, como los que hay a patadas todos los años.