Cuando oímos hablar de mutaciones, enseguida pensamos en horribles consecuencias. Sin embargo, la evolución se basa en ellas y hay casos en los que pueden defendernos contra enfermedades como el cáncer o la diabetes. Y eso es precisamente lo que han observado los médicos tras seguir durante 22 años a 99 ecuatorianos, una serie de mutaciones del receptor de la hormona del crecimiento que se encuentran en personas que apenas padecen cáncer o diabetes.