Tras crear su 'Programa de extensiones recomendadas' para Firefox, Mozilla ha empezado a esconder en su web a las miles que no forman parte del mismo... y, aparentemente, a disuadir a los usuarios de instalarlas. Los desarrolladores de dichas extensiones aceptan someterse a una exhaustiva auditoría tanto cuando resultan aceptadas en el programa como cada vez que se actualizan. A cambio, Mozilla se asegura de aumentar su visibilidad frente al resto de extensiones, que sólo son revisadas cuando ya están disponibles para su descarga.
Comentarios
Pues no puedo estar más en desacuerdo con el artículo: una cosa es que el autor, que sabe de informática, instale una extensión determinada sabiendo a lo que se expone, y otra es el vecino del quinto que casi no sabe qué es un ordenador.
Hartito estoy de ver a la gente bajándose todo tipo de mierdas e instalándolas sin prestar la más mínima atención, y luego se quejan de que les ha entrado un virus y que por favor les eche una mano.