Este pequeño análisis puede ayudarnos a entender, un poco más claramente, porqué el modelo hipotecario español, no ayuda a los que necesitan vivienda y sí a los que venden dinero.
El artículo es bastante antiguo, curiosamente de hace tres meses: me ha gustado leer los comentarios, que nos trasladan a un tiempo en el que parecía que la gente nunca iba a salir a la calle. meneo por eso.
Esta diatriba, que no análisis, ignora los hechos, así de claro. Ni "ellos" especulan ni "tú" eres el culpable. Todos los implicados especularon, todos son culpables.
Mientras el tiovivo giró, la música sonó y los precios de los pisos subían bancos, ayuntamientos, constructores y también compradores, lucían todos una sonrisa de oreja a oreja. Nadie quiso complicarse la vida preguntándose qué iba a pasar si la fiesta terminaba.
Y quienes pedían esos préstamos eran muy conscientes de que se comprometían a pagar x dinero durante x años en tales y cuales condiciones. Lo hicieron sabiendo lo que hacían porque "el ladrillo nunca baja" y por tanto no podían perder.
Bueno, resulta que si baja. Y lo más triste es ver que como el ser humano nunca aprende, ahora hay Dios sabe cuanta gente haciendo la misma idiotez porque el oro nunca baja.
Comentarios
El artículo es bastante antiguo, curiosamente de hace tres meses: me ha gustado leer los comentarios, que nos trasladan a un tiempo en el que parecía que la gente nunca iba a salir a la calle. meneo por eso.
Esta diatriba, que no análisis, ignora los hechos, así de claro. Ni "ellos" especulan ni "tú" eres el culpable. Todos los implicados especularon, todos son culpables.
Mientras el tiovivo giró, la música sonó y los precios de los pisos subían bancos, ayuntamientos, constructores y también compradores, lucían todos una sonrisa de oreja a oreja. Nadie quiso complicarse la vida preguntándose qué iba a pasar si la fiesta terminaba.
Y quienes pedían esos préstamos eran muy conscientes de que se comprometían a pagar x dinero durante x años en tales y cuales condiciones. Lo hicieron sabiendo lo que hacían porque "el ladrillo nunca baja" y por tanto no podían perder.
Bueno, resulta que si baja. Y lo más triste es ver que como el ser humano nunca aprende, ahora hay Dios sabe cuanta gente haciendo la misma idiotez porque el oro nunca baja.