Hace 12 años | Por --159598-- a elmundo.es
Publicado hace 12 años por --159598-- a elmundo.es

La resolución del escándalo de Andrew Wakefield -el doctor que con datos falsos e incurriendo en serios conflictos de intereses vinculó la vacuna de la triple vírica con el riesgo de desarrollar autismo, síndrome de Asperger o epilepsia- parecía que iba a servir de escarmiento a demás investigadores a la hora de realizar sus estudios de forma más rigurosa. Pero no ha ocurrido así. Un estudio revela que más de uno de cada 10 científicos o galenos británicos ha pillado a sus colegas haciendo trampa en las investigaciones.

Comentarios

D

Resulta curioso que con todos los fraudes que ha habido pongan como único ejemplo el de ese señor, y encima que lo reiteren al final.

ailian

¡Oh! ¡trampas en las investigaciones! ¡No puede ser!

Absolutamente todos los científicos buscan el conocimiento con honestidad, enfocan sus experimentos con absoluta objetividad y las conclusiones de los estudios son la verdad pura y dura.

O eso, o son seres humanos. Nada ni nadie es perfecto.