Hitler solía proyectar la imagen de la vida frugal que era parte de su filosofía fascista en la década de 1930 y la Segunda Guerra Mundial. La percepción pública era que el dinero significaba poco para el Führer, quien ciertamente no mostraba muchos signos visibles de vivir con ostentación. No obstante, a los traductores les sorprendió que el poderoso líder pareciera tener tan poca riqueza. "Siempre imaginamos que tenía una vasta fortuna", comentó Rothman. Y resulta que tenían razón.
Comentarios
Nacionalsocialisto!!
Por lo que dicen las malas lenguas cierta parte la recibió cierto general sudamericano muy amigo de los nazis.
Me parece que pagaron las facturas del gas....