Cuando he visto a Mariano Rajoy abrazado a una estatua que dicen que representa al Apóstol Santiago he comprendido a Lutero y toda la Reforma protestante. Mucho peor ha sido cuando el líder de la oposición y candidato a gobernar este país se ha puesto a hablarle al santo policromado en voz alta y a ofrecerle cosas estrambóticas. Ente nosotros, prefiero a la gente que charla sola por la calle, la que cree en la reencarnación
Comentarios
Ya eso hay que sumarle los golpes de pecho de Camps, para haber presenciado una sesión de circo dentro de la iglesia.