La Audiencia de Cantabria determinó en el año 2010 que los malos tratos de una mujer a otra no pueden ser calificados como “violencia de género” a la hora de dictar una condena, aunque la agredida sea su esposa o pareja, porque el Código Penal reserva esa modalidad agravada para la violencia de un hombre contra una mujer. Contestaba de este modo la Audiencia al Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que en el 2009 condenó por violencia de género (artículo 153.1 del Código Penal) a una mujer que había maltratado a su esposa.
Comentarios
Oh dios, mío, la foto de Lucía Etxebarría ¡argh!
#0 Vaya susto eso se avisa, hombre.
Son los efectos secundarios de llamar violencia de género a la doméstica.
#2 No hay que irse tan lejos para encontrar este tipo de paradojas. Actualmente en España, la violencia física de una mujer hacia un hombre tiene menor pena que al revés.
Tranquilos, feminazis, no digo que sea lo que abunde. Digo que cuando sucede, que sucede, se impone menor pena.
#4 Tienes razón, pero yo iba con un doble sentido, ya que tengo el mismo género que cualquier mujer, vamos, ninguno.
#0 "Si Laura vive con Elisa y Elisa monta una bronca tremenda, a grito pelado, cada vez que Laura se queda a tomar cañas con sus colegas de oficina después del trabajo, la parte atacada (Laura) comienza a temer a la violenta (Elisa) y de esta manera la atacada modifica su conducta y sus deseos. Es decir, Laura deja de tomar cañas después del trabajo no porque le apetezca ir a casa, sino porque teme la bronca."
Si esto es maltrato, conozco un montón de hombres "maltratados" por sus mujeres.
Sustituyan el nombre de Laura por el de Manolo y pensemos a cuántos conocemos en esa situación.
#6, si se llamara Manolo, entonces Manolo sería un alcohólico y el hecho de tomar una cervecita o cogerse un punto gracioso, sería su sentencia de 'muerte' y/o repudio social frente a los ojos de los demás, ya que la gente empezaría a hablar y decir, yo lo he visto beber e ir borracho. Esto es gracioso, porque normalmente lo dice gente del entorno de Manolo, personas que también se habrán cogido un punto 'gracioso', pero claro como no soy yo, sino Manolo, pues a mí plín.
#0: Gracias por avisar. ¡De la que me he librado!
A mí me parece un gran artículo... en las relaciones lésbicas, igual que en gays,la pareja se desarrolla partiendo de roles basados en una igualdad y es muy difícil ver qué es maltrato psicológico y qué no..., qué es control sobre la otra y qué es dificultad para comunicarse o no. Porque al fin y al cabo, el maltrato, sea de donde sea, no es más que un control basado en la dominación de un miembro sobre el otro, sea hombre-hombre, sea mujer-mujer, sea mujer-hombre, hombre-mujer. Este tipo de maltrato, violencia o el nombre que se le quiera poner debería entrar en la misma categoría judicial: violencia, apellido cuál sea, que se produce en el seno de un hogar o de una relación de dos.