La oleada de incendios forestales de agosto del 2006 desveló la existencia de una práctica muy común entre los propietarios de ganado equino mostrenco: el control de los ejemplares que pastan libres en los montes gracias a la colocación de un cepo en sus patas que dificulta cualquier movimiento.
LLevo años viendo esta práctica de atarle una pata trasera a una delantera para que no se vallan muy lejos, y aunque el animal acaba por desenvolverse, es una crueldad. En especial lo he visto en yeguas con potrillos.
Comentarios
LLevo años viendo esta práctica de atarle una pata trasera a una delantera para que no se vallan muy lejos, y aunque el animal acaba por desenvolverse, es una crueldad. En especial lo he visto en yeguas con potrillos.
Simplemente cruel e inhumano.
Hay que ser retorcido, ojalá avance el decreto y se controle a sus propietarios.
A los que hacen eso yo les ataría la polla a la oreja, a ver qué les parece.