Ya han pasado dos días desde el fallido fin del mundo así que podríamos volver a preocuparnos de minucias como paro, crisis, pensiones, cómo repartir los eventos familiares navideños, y qué diablos regalarle a la parienta o pariente este año… ¡¡¡INSENSATOS!!! Pero nosotros, que nos inspiramos con cualquier cosa, vamos a intentar contar por qué el mundo no ha acabado a causa de algún cataclismo causado por alguna explosión magneticosolar.