Hace 11 años | Por JefeBromden a jotdown.es
Publicado hace 11 años por JefeBromden a jotdown.es

l hecho de que la música compuesta para una ficción olímpica haya terminado ambientando, treinta años después, las ceremonias de entrega de medallas en una Olimpiada real, me parece una de las cosas más encantadoras de Londres 2012. Es, con diferencia, el momento que más disfruto: ver a los atletas en su performance hacia al pódium mientras pienso —admito que de manera no muy articulada, y sólo hasta que el himno del vencedor interrumpe implacable a Vangelis— en los vericuetos que conectan arte y realidad.