De golpe, todo el mundo, incluido el fiscal, parece haberse dado cuenta de que el elevadísimo porcentaje de trabajadores de la Diputación de Ourense que son afiliados al PP o parientes de militantes populares resulta sospechoso. Puede decirlo ahora el fiscal, pero todo el que no quiso mirar a otro lado sabía que la Diputación ourensana, en la que trabaja tanta gente que llegó a ser considerada como uno de los mayores centros de contratación de la provincia, era un nido de corruptelas y amiguismo en el que ni siquiera se disimulaba.
Comentarios
Me pasó algo parecido con lo de Urdangarín. Cuando se empezó a hablar del tema, en internet llevaba meses comentándose. No sé qué chispa es la que hace que de repente todos los periodistas decidan que un tema es relevante. A mí me huele a manipulación de los medios y a intereses creados.
#1 A mí también me asqueó escuchar a más de uno con lo de Urdangarín confesar que era algo que "se sabía" desde hacía tiempo. Pero esto es algo para mí más nauseabundo: no solo han sido cómplices con el silencio los que estaban en el poder, la justicia, y los periodistas: también el pueblo que lo ha visto hacer ostentación de sus prácticas corruptas y seguía votando masivamente al partido que lo permitía.
Ver el resultado de las elecciones autonómicas y locales en Orense da que pensar quién tiene más culpa, si el chorizo, o los que sabiendo lo que hace salen en masa a sentarlo en la poltra.
http://resultados.elpais.com/elecciones/2012/autonomicas/11/32.html
http://resultados.elpais.com/elecciones/2011/municipales/11/32.html
#3 Al ver los enlaces, pienso que culpas tienen muchos, pero los que más tienen son los que que defienden un sistema electoral que da mayoría absoluta de de concejales o de diputados al partido que no tienen mayoría absoluta de votos.