Hace 10 años | Por Lola586 a eleconomista.es
Publicado hace 10 años por Lola586 a eleconomista.es

En junio de 2009, en plena crisis, Espinosa abre a sus 24 años en Denia (Alicante) el primer Llaollao; un negocio inicialmente familiar cuyo objetivo era contar con 3 o 5 unidades. Dos meses después, los turistas que se acercan a él dan por hecho que es una franquicia y le piden abrir una de ellas en distintos lugares: "cuando realmente no era un negocio enfocado a esta fórmula de negocio, pero la imagen corporativa que se diseñó y cuidó desde el principio nos ayudó, y hoy es la misma del inicio".

Comentarios

D

Leed los comentarios a la "noticia".

StuartMcNight

Hombre... a decir verdad... Ser el hijo de un empresario de la hosteleria y de una de las dueñas de la principal heladeria/turroneria de alicante también ayuda.

D

Había leído "una franquista".

shinjikari

El éxito: abrir una franquicia de las que existen unas cuantas y encima por moda.

Así se sale de la crisis. Tomad ejemplo