Hace 11 años | Por WalterKronkite a yorokobu.es
Publicado hace 11 años por WalterKronkite a yorokobu.es

Durante la primera mitad del siglo 20, el motor tuvo una figura similar a los exploradores que viajaban hacia la Antártida y escalaban las montañas del Himalaya. Hombres intrépidos que se desplazaban a cuatro ruedas hasta parajes desérticos para sobrepasar los límites de la ingeniería. El lago de sal seco de Bonneville fue uno de los sitios más importantes para romper los récords de velocidad...