Publicado hace 13 años por Repiqueteo a nikosia.contrabanda.org

Vallejo-Nájera, López Ibor…, son apellidos que nos suenan pero que en muchas ocasiones nos remiten a la prensa del corazón o tele basura, o incluso al nombre de alguna clínica para el tratamiento de las “demencias”, y no vamos desencaminadas. Pero además de eso, estos dos nombres son los de dos psiquiatras afectos al régimen franquista, que utilizaron la psiquiatría, para la persecución de las ideas democráticas. Vallejo-Nájera, creo todo un cuerpo de doctrina de apariencia científica, en el que analizaba el comportamiento, la conducta...

Comentarios

D

El franquismo raptaba niños de mujeres republicanas y los reeducaban en hogares de familias afines al régimen para que se curaran, como diría el coronel Vallejo Nájera, de la perniciosa enfermedad del marxismo.

Hay mucho que investigar y denunciar.

Negret

Vallejo-Nájera, López Ibor...

Sólo de leer esos nombres ya me dan escalofríos.

D

Me parece que en este artículo se mezclan demasiadas churras con merinas...

Es innegable que ciertos "profesionales" emplearon sus áreas de conocimiento para justificar verdaderas animaladas (como el síndrome de los rojos, la debilidad mental de los rojos, etc.).

También es cierto que, a día de hoy, podemos encontrar clínicas que realicen tratamientos en contra de la buena praxis (como el ejemplo de las clínicas que ofrecen "curar" la homosexualidad).

Ahora bien, a día de hoy, un ingreso involuntario en un centro de salud mental sólo se puede realizar bajo la tutela de un juez. Y se suele hacer porque esa persona es peligrosa para si misma o para los demás (por ejemplo, un paciente psicótico que pueda llegar a suicidarse, para salvaguardar su integridad física se le ingresa, con el fin de estabilizar su situación y poder medicarlo).

Por otro lado, el electroshock, aunque tiene una fama espantosa (y, en cierta forma, justificada) es una técnica de última elección (cuando ya se ha probado todo) que puede funcionar muy bien en ciertos pacientes. Conocí el caso de una mujer que periódicamente sufría depresiones catatónicas. Cuando entraba en este estado, no había tratamiento ni estímulo que la sacase de la "ensoñazón" que lleva aparejada la catatonía; no había respuesta de ningún tipo, salvo a estímulos molestos y er auna reacción mínima. No se comunicaba de ninguna forma, no comía, no se movía. Y lo único que la sacaba de ese estado (después de probar todos los fármacos habidos y por haber) era el electroshock. Es una técnica agresiva, eso es cierto, pero en algunos pacientes reporta beneficios (como es agresiva una cirujía cerebral y en algunas patologías puede suponer un beneficio). En la actualidad se usa muy, muy poco, bajo una estricta supervisión de neurólogos y psiquiatras. Pero no se puede demonizar per se, hay que quejarse del mal uso que se hizo en tiempos pasados.

m

Churra y merinas, son ovejas autóctonas de un mismo lugar, o sea, que hablamos de lo común y no de por qué no se deben juntar.

Quizás parezca que el artículo mezcla cosas que no vienen a cuento, pero siento decepcionarle porque el un ingreso involuntario, se convierte una situación exclusivamente del ámbito de la salud, en judicial, negando con ello la posibilidad de un análisis y una crítica hacia los fallos de la red integral de salud mental y por tanto a subsanarlos. No se aboga por dotar de recursos sanitarios, sino apoyar los recursos penales. El paso de ser una persona con diagnóstico, a ser una persona que ha cometido el "delito" de entrar en crisis y ser un potencial peligro (para él o los demás), es una pena preventiva similar a la que se le podía aplicar antaño a alguien por ser "homosexual" o "rojo", porque se le suponía que podían cometer un hipotético delito "sexual" o "ideológico".
Las soluciones no pasan por ingresos involuntarios sino, como mínimo, por reclamar la aplicación del plan integral de salud mental, que sigue sin los medios necesarios para que las personas con diagnóstico, puedan recuperar espacios de autonomía personal.
Por otra parte, justificar el ingreso involuntario y además asegurar que lo del electroshock se debe a "una mala fama", sí que es negar la capacidad de sufrimiento de las personas y considerarlas como un estorbo que es preciso apartar o anular. Vamos, que más que práctica clínica, parece penitenciaria o manicomial.
No es cierto que el electroshock sea un tratamiento de última elección, y mucho menos que esté en desuso. En 6 de los 9 hospitales públicos de Canarias se practica dicha técnica y desde hace tiempo se está intentando una recuperación de su aplicación con anestesia y un relajante muscular. Sí, se acompaña de un anestesista, un cardiólogo, un psiquiatra o un neurólogo, pero resulta que dichos profesionales, todavía no han desarrollado poderes especiales para evitar que las descargas afecten a zonas no deseadas y bueno, ¿si es tan fiable, por qué tanto especialista?.
Es curiosos que siempre que se habla del electroshock, se ponen los mismos ejemplos, como si no hubiesen otros, y además, todos con final feliz, como si el electroshock no conociese fracasos, ni riesgos. Lástima que ya no se le pueda preguntar a Hemingway qué le parece. La cuestión, y eso todavía nadie lo puede desmentir, es que se desconoce no sólo cómo actúa el electroshock y en qué, sino los posibles efectos a largo plazo. A corto se conocen porque no se puede ocultar que a la persona que se le han aplicado las sesiones, hay una parte de su vida que ha quedado "borrada" de su memoria y necesita de terapia complementaria para recuperar esos momentos, o evitar que ese vacío no le angustie más que su anterior dolencia. Tampoco se habla demasiado sobre el efecto que produce en las ideas de las personas.
Ah!, por cierto, el electroshock en principio se recomendaba para personas con algún diagnóstico de esquizofrenia y hoy se recomienda para depresiones graves o resistentes. O sea, lo mismo para situaciones que nada tienen que ver, por lo que o se equivocaron antes, o se equivocan ahora, o se están equivocando siempre y es duro reconocerlo. Además, que lo que se suponía como beneficioso, no es que te achicharren con descargas eléctricas el cerebro, sino las convulsiones, pues el descubrimiento de esos supuestos beneficios, explican que se originó al comprobar que las personas epilépticas no padecían esquizofrenia. Lo que no explican sus descubridores, es si esas personas epilépticas eran proclives o no a las depresiones graves o resistentes.
Una vez más, se recurre a un tratamiento agresivo y que violenta, antes que preocuparse por dotar a la salud mental de más medios y más diversos.

Sobre el electroshock:
http://radionikosia.foroactivo.com/radio-nikosia-f1/el-programa-de-este-miercoles-en-contrabanda-abordara-el-tema-del-electroshock-t221.htm

Hospitales publicos Canarias
http://www.isladelanzarote.org/?p=5076

De un film de Alfonso Cuarón y Naomi Klein



Diario Alicante
http://www.diarioinformacion.com/alicante/2010/02/18/vuelve-electroshock/980746.html?pCom=2#EnlaceComentarios

Psiquitria genocida del franquismo
http://radionikosia.foroactivo.com/radio-nikosia-f1/la-psiquiatria-genocida-del-franquismo-t199.htm