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La casa de la cascada

Los arquitectos, a veces de manera voluntaria y otras involuntariamente, nos regalan edificios sonoros. La Casa de la Cascada de Frank Lloyd-Wright es uno de estos maravillosos ejemplos. Situada en plena naturaleza y sin contaminación acústica, la casa debe el nombre a tener justo al lado dos pequeñas cascadas. El sonido del agua cayendo es omnipresente en todos los rincones de la casa, pese a ser invisible desde el interior de la casa. Se puede escuchar en diferentes intensidades dependiendo de la estancia en la que nos encontremos.

| etiquetas: arquitectura , acustica

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