En los años 60 las bodegas López Hermanos, adelantándose en muchos años a lo que hoy recibe el nombre en marketing, crea un vino dulce con extractos de quinina y ponen en el mercado el Kina San Clemente. Kina San Clemente era un elemento indispensable en los hogares donde había niños, también su muñequito “Kinito” que lo podías conseguir enviando seis tapones del producto a la empresa malagueña.
#8:
#7, un caso ad hoc no significa nada, yo también la tomaba, y muchos de mi generación, y no soy alcohólica, no somos alcohólicos. Sin embargo, fíjate qué curioso, la generación del botellón de fin de semana (la actual), curiosamente no tomaba Kina San Clemente.
#7, un caso ad hoc no significa nada, yo también la tomaba, y muchos de mi generación, y no soy alcohólica, no somos alcohólicos. Sin embargo, fíjate qué curioso, la generación del botellón de fin de semana (la actual), curiosamente no tomaba Kina San Clemente.
Ando que no me compró mi abuela botellas de quina para "abrir el apetito", lo que ocurrió fue que cuando por fin consiguió que me entraran las ganas de comer no me dijo que es lo que debería de hacer pra cque cuando fuera mayor se me pasara el hambre (aparte de comer ).
Tambien para merendar me daba un un huevo batido con azucar y vino, y si se terciaba pan "mojao" en vino.
#11 Tendría yo más o menos once años y para un dolor de muelas mi abuelo me aplicó dos soluciones QUE FUNCIONARON:
1/ Matener un buchito de aguardiente unos minutos en la boca y sobre la zona del dolor, para acabar bebiéndote el aguardiente.
2/ Deshacer un Celtas (marca de cigarrillos negros de la época) y mantener la picadura de tabaco sobre la zona afectada durante 10 minutos (el tabaco lo escupí cuando realizó su terapéutica labor).
A mi me lo daba mi madre untado con miga de pan, y despues, se me ponia todo el ojarasco en carne viva...Daba unos ardores de miedo, no se como lo podian recomendar a los chavales.
Comentarios
#7, un caso ad hoc no significa nada, yo también la tomaba, y muchos de mi generación, y no soy alcohólica, no somos alcohólicos. Sin embargo, fíjate qué curioso, la generación del botellón de fin de semana (la actual), curiosamente no tomaba Kina San Clemente.
Ando que no me compró mi abuela botellas de quina para "abrir el apetito", lo que ocurrió fue que cuando por fin consiguió que me entraran las ganas de comer no me dijo que es lo que debería de hacer pra cque cuando fuera mayor se me pasara el hambre (aparte de comer ).
Tambien para merendar me daba un un huevo batido con azucar y vino, y si se terciaba pan "mojao" en vino.
Y leche caliente con coñac para el resfriado
#11 Tendría yo más o menos once años y para un dolor de muelas mi abuelo me aplicó dos soluciones QUE FUNCIONARON:
1/ Matener un buchito de aguardiente unos minutos en la boca y sobre la zona del dolor, para acabar bebiéndote el aguardiente.
2/ Deshacer un Celtas (marca de cigarrillos negros de la época) y mantener la picadura de tabaco sobre la zona afectada durante 10 minutos (el tabaco lo escupí cuando realizó su terapéutica labor).
ke iko
#2 Hay un comentario en la noticia que te indica el nivel de "tontería" del que estamos hablando. Dice así:
Estaba de muerte la quina, con sus 16º de alcohol, la cosa fué a más y ahora con 46 años estoy en grado medio de alcoholismo....podría ser peor....
¿No pasaba nada? A algunos sí, les pasaba.
¿Alguien se imagina algo parecido ahora? "Ideal para los niños desganados. Manda 6 tapones y consigue tu muñeco Caciquito"
Por cierto, tenía 13º
A mi me lo daba mi madre untado con miga de pan, y despues, se me ponia todo el ojarasco en carne viva...Daba unos ardores de miedo, no se como lo podian recomendar a los chavales.
Se usaba como tónico reconstituyente y no pasaba nada. Ahora lo que hay es mucha tontería.
#9, aplícate el cuento y reconoce que eres adicto a la flechita naranja.
¿Tu abuelo no sería el mío?
¡Jo! Y la Kina Santa Catalina y el Vino Kinado Sansón...
Buenos botellones me montaba yo de peque con el beneplácito de mi ama.
#8 Reconocerlo es el primer paso.