Nada más comenzar ayer el juicio contra el dirigente del Partido Popular, Carlos Fabra, imputado por cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal, los tres magistrados de la sala, al unísono, ordenaron interrumpir la vista y concedieron un receso de cuatro años para que los letrados de la acusación, la defensa, el acusado y el público pudieran salir a almorzar.
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Venga, q hoy podemos con El Mundo Today
A ver si la ha palmado por entonces...