Ha llegado la época del año en la que los padres y madres de familia se interrogan sobre el regalo de Reyes ideal para sus hijas e hijos. Generalmente la decisión es difícil, pues la oferta juguetera es gigantesca, el marketing agobiante y las exigencias de niñas y niños cada vez más altas.
Todavía recuerdo por ejemplo cuando en preescolar los otros niños no me dejaban coger los coches porque "eran de chico y yo era una chica". O cómo se metían con esa niña que prefería jugar al futbol en vez de a las casitas. Juego al que, por otra parte, nunca le vi la gracia, y mira que lo intenté. Debí ponerme a jugar al futbol yo también, pero la presión de grupo me pudo.
Llegó un momento en que tuve que plantarme y plantearme por qué me daba vergüenza pedir juguetes de las páginas "azules". Pero la cantidad de juguetes que no pedí hasta ese momento, la cantidad de niños que nunca tuvieron la fuerza de romper esa regla no escrita, o que la rompieron y pidieron un juguete "no apto" y sus padres les presionaban para que no lo hicieran...
Comentarios
Ya era hora.
Todavía recuerdo por ejemplo cuando en preescolar los otros niños no me dejaban coger los coches porque "eran de chico y yo era una chica". O cómo se metían con esa niña que prefería jugar al futbol en vez de a las casitas. Juego al que, por otra parte, nunca le vi la gracia, y mira que lo intenté. Debí ponerme a jugar al futbol yo también, pero la presión de grupo me pudo.
Llegó un momento en que tuve que plantarme y plantearme por qué me daba vergüenza pedir juguetes de las páginas "azules". Pero la cantidad de juguetes que no pedí hasta ese momento, la cantidad de niños que nunca tuvieron la fuerza de romper esa regla no escrita, o que la rompieron y pidieron un juguete "no apto" y sus padres les presionaban para que no lo hicieran...
Veo la palabra género y ya voto negativa.
#2 Pues deberías votarte negativo tu propio comentario.
#0 ¿Azúl?
Acabo de sufrir un desprendimiento de retina.