Hace 16 años | Por perezglez a elperiodico.com
Publicado hace 16 años por perezglez a elperiodico.com

El divorcio de Paul McCartney terminó con una escena de vodevil. Heather Mills le vació una garrafa de agua en la cabeza, a la abogada de su exmarido, Fiona Shackleton, en el Tribunal Supremo de Londres, donde jamás se había visto algo así. Shackleton, que defendió a Carlos de Inglaterra en su divorcio con Diana, había destrozado la reputación de la modelo. El verdadero jarro de agua se lo ha llevado Mills, en la sentencia, cuyo contenido intentó, por todos los medios, que no se publicara.

Comentarios

Fotoperfecta

Pero esto pasa porque el matrimonio era famoso.
Cuando estas mentiras absurdas las sufre un hombre normal y corriente que no puede pagarse buenos abogados, o no tiene la suerte de toparse con un/a juez razonable......le toca perder los hijos, irse de casa y dar casi todo su sueldo en pensiones.

Tapanez

Vaya, le tocan 31 millones de euros y se pone echa un basilisco, ¡ingrata pijo!

D

Siempre me encantó la expresión con la que calificaban a Madonna cuando despreciaba a sus fans. O por lo que sea: Ungrateful bitch.

llom

De lo mismo se podría acusar a muchísimos otros famosillos/as que van de listos por la vida.

Tapanez

#3 a esta le vale el mismo calificativo que le puso House a la meritoria: Zorra manipuladora