21 de febrero de 1988: los estadounidenses, ávidos de morbo, se sentaban atónitos ante las pantallas de televisión y asistían al desmoronamiento de una de la mayores figuras mediáticas de la nación, un hombre que había construido un imperio económico e ideológico en torno a Dios. En vivo y en directo, sollozando ante sus seguidores, la mayor figura religiosa del país y el principal guardián de la moral cristiana en los EE. UU. había tenido que enfrentarse a un sonoro escándalo sexual. Ahora respondía reconociendo sus culpas ante las cámaras.
Comentarios
Hipócritas, hipócritas everywhere...
Vamos, otro moralinas cristiano pillado con furcias low cost. En España estamos bastante acostumbrados a la moralina católica pero la evangélica cuando se pone no se queda atrás. Lo sé prque el tema me pilla muy de cerca y a veces, sobre todo cuando se juntan varios cristianos evangélicos en torno a una mesa, llegas a oir verdaderas joyas que hacen que sientas verdadera vergüenza ajena. Un comentario típico que me hacen es "¿como puedes creer que todo salió de una explosión y de manera mágica la materia se transformó en vida?" Luego les explicas el ejemplo del arcoiris, el como un fenómeno inexplicable que siglos atras se atribuia a una mano divina (vease el pacto de Diós con Noe tras el diluvio en el libro del Génesis) se explica hoy en dia con la óptica, y se quedan con la cara torcida. Al final en pos de la cordialidad vale más encogerse de hombros y darles la razón.
Recuerdo la "confesión" de Swaggart de verla en su día reproducida por la TV española. De vergüenza ajena, igual que el borreguismo de sus seguidores.